Buenos días.

Gracias por estar aquí, despertando podcast.

Iniciemos este día, presentes y conscientes. Hay momentos en la vida, en los que sentimos como si todo a nuestro alrededor ya estuviera

definido, como si hubiera un plan que se hizo desde antes de que nosotros llegáramos,

y lo único que nos toca hacer es seguir esos pasos predeterminados.

Es como si alguien hubiera tomado todas las grandes decisiones por nosotros. Elegido quiénes somos, qué queremos, qué vamos a hacer, qué nos gusta y qué grandes decisiones

vamos a tomar. Y a lo mejor al escuchar esto, podemos pensar que el hecho de que alguien haga todo el

trabajo por nosotros, hace todo más fácil. Pero en realidad, si viviéramos una vida tan

predecible, nos estaríamos perdiendo parte de la magia que implica caminar por este mundo.

A veces es necesario añadir ciertas dosis de espontaneidad a la mezcla.

A veces hay que salirnos de la raya.

Hay quien provizar, probar cosas nuevas, experimentar mas allá de nuestra zona de confort. Y puede ser que al principio nos de un poco de miedo.

Pero cuando vemos más allá de la incomodidad,

cuando dejamos que la vida nos sorprenda,

es cuando podemos llenar nuestro mundo de luz

y de nuevos colores.

Y tal despermitirnos ser personas espontáneas, no es tan fácil para todo el mundo.

La mayoría de nosotros buscamos tener el control de todo lo que nos rodea.

Damos cada paso de forma totalmente calculada. Intentamos predecir los resultados de cada

palabra y de cada acción. La idea de actuar de forma poco calculada y sin planeación puede ser difícil para

muchas personas. Y si es tu caso, no te preocupes. Te voy a compartir algunas ideas que te

pueden servir a soltar un poco esta idea de control para que puedas hacer espacio para la creatividad, la improvisación y la espontaneidad.

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