Buenos días, gracias por estar aquí en despertando podcast.

Iniciemos este día, presentes y conscientes. Hoy te quiero invitar a reflexionar sobre esas emociones que a veces no dejamos sentir.

Hay momentos en la vida que vienen acompañados de emociones que no se sienten también,

y nuestra respuesta ante esto suele ser bloquearnos para evitar sufrir. Pero hoy quiero que te pongas a pensar en una cosa.

Cuando le cierras la puerta a lo que duele, también le está cerrando la puerta a todo

eso que se siente increíble. Es imposible frenar solamente las emociones poco placenteras y dejarnos fluir con el amor, la felicidad y la gratitud.

Dejar de sentir no es la respuesta. Sin embargo, suele ser un mecanismo de defensa que salen

automático a protegernos del mundo. Piense en cómo te sientes después de que alguien te rompe el corazón.

Es como si tu corazón cerrar a la puerta automático y se rodeara de muros para impedir

que alguien le haga daño.

Si esto te ha pasado, recuerda que es un proceso completamente humano y a veces necesitamos cerrarnos un poco

para ir adentro, recoger nuestros cachitos y sanarnos por completo.

Lo importante es evitar quedarnos ahí, no generar un bloqueo emocional que nos impida disfrutar

de las maravillas del mundo.

Siempre que hablamos de emociones, te digo dos cosas.

Primero, que es importante que dejemos de catalogar a las emociones como positivas y negativas.

Todas las emociones son tus aliadas y lo único que quieren es ayudarte a moverse mejor por el mundo.

Y lo segundo es que te dejes sentir cada una de ellas. Permíteles hacer su trabajo. Así,

eventualmente se irán. Cuando le perdemos el miedo a las emociones que no se sienten también, como la tristeza, el

enojo, la ansiedad.

Nos damos cuenta que traen consigo mensajes importantes, que nos ayudan a transitar por

los momentos complicados de la vida.

...