No hay nada más seguro que la muerte. Lo que sí podemos decidir es cómo la vamos a enfrentar. Bienvenidos al podcast de Teden Español, soy Jarrigar Bulski. La esposa de Sebastián Corona era una madre joven cuando fue diagnosticada con una enfermedad terminal. Sebastián nos cuenta en su charla de Tedeck y Escrdoba cómo hizo ella para enfrentar la muerte a su manera,

con risas y buen humor.

Les advierto que Sebastián usa un lenguaje colorido para expresarse lo que puede offender algunos.

Y durante su charla se refira un tweet de su esposa que vamos a leer en voz alta. ¡Ahora, no sé cómo la ven! ¡Ahora, no sé cómo la ven! ¡Ahora, no sé cómo la ven! ¡Ahora, no sé cómo la ven! ¡Ahora, no sé cómo la ven! ¡Ahora, no sé cómo la ven! ¡Ahora, no sé cómo la ven! ¡Ahora, no sé cómo la ven! ¡Ahora, no sé cómo la ven! ¡Ahora, no sé cómo la ven! con un pelotas. No sé cómo la ven. Ok, ya entendí. Pero mi nens si me muero. Ahora, me da un ataque a Epánico Senico y... La que do. Si imagínan el escándalo. Mostra la muerte desde peor gusto que mostra las partes. Está bien, la tenemos a su humida, hablamos de ella con naturalidad, hasta podemos joder con eso. Pero mientras sea algo que está ya, que alumna, a luz hipotético, cuando andan cerca a la cosa cambia, andamos en putita de pie, hablamos en sus surros, nos ponemos serio graves. O directamente nos hacemos lo voludos y miramos para otro lado. Va a estar todavía, ¿en va a saber? Justo ahí, cuando se nos viene encima, que las tenemos que enfrentar justo ahí la muerte de su golv un daú, de soñar el ar, no el daú de ponerse en pelota lástima, si no sobre ya saben. Y en calidad de que tan a todo lo que no soy, ni en una funeraria, mi contacto con la muerte es de este lado el mostrador, como simple usuario, soy Víudah. Soy Víudah María Básquez,

si no la conocen, después le pueden buscar,

ojo, no se confundaban encontrar una reta o prelinda, que está buenísima, pero después está la otra María Básquez, que era una modelo, esa no, la que dije primero. Una mina que no notaría precisamente por su trevimiento de tener un amor de impugdica.

Hasta un par de años, María, perfecto está del salúbida,

sana, corría está vendrando para la maratón, más reciente un NN2 y de un día para el otro, cáncer, fulminante. ¿Cómo se manejo una situación así? ¿Cómo te sale? No está preparado, no hay manual. Les cuento como no se aleanos otro,

María, apenas se despierta la anestesia, lo primero que hace, como la deja a una olar, escribe, contame todo, todos o rayados dos veces. Le conté, te abrieron, era cáncer, nomás, sacaron tu amor, o varios úteros, no me detrió todo, te acerraron y vas a quimio. En esa hora fatal, de cara a su cruel destino, recién a vierte vacía por dentro. ¿Qué respondió? Ahora sí que soy hueca. ¡Era la clase de mina que en una situación ha sido un chiste! Por eso yo un par de días después, cuando llevó el momento de hablar, se lo dije, de marí, así, te vas a morir. La mano viene a que te morís. De una, no había una mejor manera de decirse lo a ella. Y la conversación que vino hay tremenda, notando por ella ni por mí, como por mi por nuestro hijo, para terminarle dije, mira, cuando sea un poco más grande y entienda, y no lo voy a sufrir, yo sé lo que voy a hacer, le digo, hijo, yo sé que esto es muy duro ahora, pero confío en papá, dentro de unos años, con el chamuso del barfanito, vas a garchar dando hijo. ¡Ajo! Me venía escuchando toda compongida se tuvo a carrar la panza para que no les salte los puntos de la risa. Yo no tenía que apelar profundidades existenciales para estar a solturas, tenía que pensar chistes. Se volví un patrón porque a partir de ahí fue una sucesión de mala noticia que siempre me llegaban primero a mí y en el acto como muros al sabentre lo do

que no ponían un universo para lejos.

Yo acá en el de los vivos, ya ya en el de los morituri,

de pronto, eran dos extraños, el horror.

Pero duraba hasta que ponía las cartas sobre la mesa

y ahí esa amenaza oscura, inombrable,

bajaba a ser nuestra nueva realidad,

a ver cómo la piloteamos. Y hablando, ese muro empezaba tan valerse y a crujir, y cuando por fin llegaba el chiste lo terminaba de tirar abajo. ¿Por qué no era para distender? El humor era su manera de reformarse, de decir, acá estoy, sigo siendo la turra que siempre se acabó de la risa de todo, hasta de mí misma, sigo siendo yo. Y en la risa ya estábamos otra vez juntos. Así fue que en casa empezó a reinar algo que una de las soldadas,

las soldadas son la Samía de Marí, una docena de pelotuda geniales que tuvieron ahí, firme como rogas. Una de ellas aquí, tu autiso de esta práctica, la llamó Tu Mornegro. El Tu Mornegro en casa tuvo a full. no dejamos marino, dejó chiste macabro sin hacer, era los suyo.

Y así, a fuerza de tumor negro y de como decía ella,

emociona morigilada, nos regaló y esto lo le con todos los que tuvimos ahí y todos sentimos lo mismo, nos regaló una fiesta de pedida, no fue otra cosa. Hasta el final, hasta el velorio que lo organizaron las soldadas, con ella, yo las vi juntas armando la lista de Spotify, Propiendo una foto de ella en bikini en un portarretrato animal print para que fuera arriba del cajón, pero parecía que estaba armando un cumpleaño, la boluda, no un funeral. Fue un 7 meses de surrealismo en un clima de joda que generaba ella y que lo demás no teníamos que ir tú unando para salir un rato, llorar como hijo de puta,

secar no las lágrimas y volver a seguir riéndonos con ella. Fasí. Y saben, nada demasiado sorprendente para los que la conocíamos no esperábamos otra cosa. Lo que sí nos voy a mover es que todo esto, un marí, era tu hitteras, nadie es perfecto. Y ya tenía miles de seguidores cuando se enfermo hoy,

después se iba como venía.

Nada más que ahora entre su tema se estaban en enfermedad de la muerte. Su enfermedad, su muerte. Hablo de ella como hablaba de todo, impía, mordaz, cero lamento, cero optimización, apuro tu mornegro. Y eso se entró a idealizar y realizar y terminar mando tal rev, que le llevó a la tapa de los diarios y a la tele. O sea que además de todo el surrealismo que ya veníamos viviendo ahora encima la fama es joda esto, ya fue todo. ¿Qué más puede pasar? ¿Qué más puede pasar? Marie que se pasó la vida escribiendo y dibujándole encantadas durante siete meses culminó su obra cumbre en nuestro tesoro para dejarle algo al Nene, le escribió le dibujo un cuaderno que dejaron en la mano nada más ya te parte porque sabes lo que es pero adentro es lo más gracioso divertido, amoroso, lleno de vida,

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