Buenos días.

Gracias por estar aquí en despertando podcast.

Iniciamos este día presentes y conscientes.

Hoy quiero hablar contigo sobre lo difícil que puede ser soltar y dejar ir.

La mayoría de nosotros solemos aferrarnos a lo que tenemos.

Ya sea cosas, lugares, recuerdos o emociones.

Nos da muchísimo miedo la idea de decir a Dios, de dejar ir eso que conocemos y salir

a un mundo desconocido.

Lo más curioso de esto es que muchas veces eso es lo que nos aferramos tanto.

Es algo que no les suma nada a nuestra vida, que al contrario nos puede llenar de muchísimo

estrecianciedad, nos cierra las posibilidades e incluso nos hace daño. Repetimos frases como más vale malo conocido, que bueno por conocer.

Vamos a detenernos un segundo para analizar lo que esta frase significa.

Al decirla, estamos declarando que preferimos quedarnos en un lugar que nos hace mal,

a salir al mundo y buscar aquello que nos llena,

aquello que nos impulsa crecer, que nos hace felices.

Y todo, por ese miedo a salir de nuestra zona de confort.

Aunque el miedo, no es el único que nos va a llevar a actuar de esta manera.

También os cuesta trabajo soltar, porque muchas veces no confiamos en que hay algo mejor.

Pero sobre todo, que nos merecemos algo mejor.

Vamos a pensar en cómo se ve esto en una relación de pareja. Hay algunos momentos en las relaciones en que las cosas simplemente dejan de funcionar.

Y es ahí cuando tomamos la decisión de seguir adelante o de decir a Dios.

El problema es que muchas veces esta decisión la tomamos desde un lugar de miedo y no desde un lugar de amor y cuidado.

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