Esa aplauso tiene que ser el más grande para decir que estamos bendiciendo al resto

del mundo, aleluya. Muy bien. Hay un mensaje que predique el año pasado para los que siguen las

transmisiones domingo atrás domingo y creo no se han perdido ninguna. Yo lo titule gente rota y en

ese mismo mensaje yo conté este siguiente testimonio que voy a relatar otra vez. Es cortito

los que lo recordarán, seguramente les va a venir muchas, muchas emociones en contra, porque cada vez

que yo lo cuento, aunque es cortito, también es traumático y es cruel, por lo menos lo fue para

mí. Esa acerca de aquella vez en mis inicios de mi servicio a Dios cuando era adolescente y me

tocaba ayudar junto a los sugieres, darla bienvenida, no había sugieres uniformados como aquí

ni un gran equipo entrenado, pero se llamaban por tiros, que iban variando, eran dos o tres que

recibían a la gente en la puerta, lo acompañaban hasta su sitio, la van la bienvenida a los que

llegaban, yo tendría unos presumos 13 o 14 años, vestía mi multíunico traje, brilloso de tanta

plancha, brillaba hacia tornazolado y se movía así y el sol iba haciendo efecto de tanta plancha

que tenía, mis zapatitos lustrados para dar una buena impresión, mi mamá decía siempre,

aunque se llamó pobres, pero limpito, así que yo estaba como gato de rico peinado, así, a la

gomina para atrás, ¿no? Y ese día el pastor nos anunció que vendría una visita, las visitas no eran

frecuentes en nuestra pequeña congregación, así que le preguntamos cómo él sabría que vendría

alguien nuevo, y él dijo que durante la semana una mujer había llamado por teléfono pidiendo

indicaciones de cómo llegar, muy raro por allá los años que te estoy contando, la mujer estaba

explicando, había explicado biotelefónica que estaba pasando por momentos muy difíciles y que

quería dar una oportunidad a la iglesia, ella dijo soy católica, generalmente he ido a mí

a un par de veces, pero ahora yo quiero dar una oportunidad a la iglesia angelica, así que justo

antes de que comenzara el servicio, yo me ubique en la puerta junto al Roberto que era el

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