En ocasiones, no tenemos claro a dónde vamos y no hay tanto problema, porque la vida, queridos, muchísimas veces no se mueve por las artesas, sino por nuestras intuiciones, entonces vamos avanzando a tientas entre las dudas, los tropiezos, seguimos mapas que están incompletos y eso está muy bien. Porque no saber hacia dónde vas, no es una debilidad,

sino una forma muy honesta de caminar sin andar fingiendo seguridad.

Porque lo verdaderamente peligroso no es la incertidumbre del futuro,

sino esa abnesia que tú y yo tenemos del pasado lo importante,

no es siempre tener claro el destino,

sino tener muy presente el lugar al que Diana no quieres volver,

no quieres volver esa relación que te lastimaba, no quieres regresar esa versión de ti que se conformaba con menos, no quieres pisar otra vez ese terreno donde tú eres egoísta o donde eres, un sinverguenza, eso queridos, es no volver. Ese tiempo en donde casi casi respirabas pidiendo permiso, no necesitas tener la ruta trasada si ya

reconoces el abismo, a veces, nada más basta con alejarte de lo que te rompe, de lo que te apaga, de lo que te hace dudar de tu valor, porque aunque no se pasa donde vas, cada paso lejos de lo que te iría, es un paso ser que a de lo que te sana caminaras llegas, también es una forma de fe, es cerrar la puerta de donde nunca debiste entrar es decir,

te atimismo, aún no sé lo que quiero sana caminar a ciegas, también es una forma de fe, es cerrar la puerta de donde nunca debiste entrar, es decir, te atimismo, aún no sé lo que quiero, pero sí sé que no quiero esto y con eso, con eso basta para seguir, porque no siempre vas a necesitar una meta, a veces en la vida lo único que necesitamos es un basta, basta de mendigar, migaja emocionales, basta de vivir en modo sobrevivencia, basta de permitir eso que ya no encaje en mi vida, porque aunque no tengas el mapa completo, ya reconoziste esos caminos que te rompieron y eso, aunque a ti te parezca poco, es dirección, no te sientas menos por no tener claridad absoluta, el caos también tiene su sabiduría, la niebla también te puede enseñar y el no saber cuando se honra, se puede volver a un abrujo extraordinaria querido mío, el futuro no siempre lo vas a poder construir con certeza, de hecho se construye con el coraje de decir, por ahí ya no voy a caminar. Con esa valentía de

proteger lo que tú hoy decidiste sanar. No saber a dónde vas, está bien. Si sabes con mucha

firmesa, de dónde está el liste y por qué carajos no piensas volver ahí. Capísí con eso.