Hola, buenos días.

Gracias por estar aquí and despertando podcast.

Iniciemos este día presentes y conscientes.

Sabes algo? Yo no creo que solamente tengamos la oportunidad de tener un único gran amor

en nuestras vidas. Y no me refiero solamente a nuestras relaciones románticas, sino también

a nuestras amistades, a nuestra familia, y a todas esas personas que de alguna u otra

manera nos han compartido un cachito de su amor. Cada persona que se cruza por nuestro

camino llega con un propósito para enseñarnos algo o simplemente para dejarnos entrar a su corazón por un ratito.

Esta idea me hizo reflexionar acerca de cómo podemos disfrutar a cada persona en distintas etapas de nuestra vida

y entender que aún nos quedan muchas conexiones por disfrutar en el futuro.

Por ejemplo, esta es a amiga o amigo de la infancia con quien salíamos a jugar y que

simplemente nos dieron amor con muchas horas de diversión.

Esta es de maestro maestra que daba sus clases con tanta pasión que te enamoró de la

carrera que ahora estás ejerciendo. O ese compañero que tenía ese

trabajo que no te gustaba y que te dijo que te estabas haciendo muy chiquita o

chiquito estando ahí, que tú tenías un potencial más grande.

También está ese primo o prima que te vio crecer y que se siente como si fuera un hermano más.

Está tu primer novio o novia que te mostraba su amor regalándote el disco de tu banda favorita

de ese momento. ¿De acuerdo? Están esas personas que se sienten como hermanos o hermanas

y a las que no importa que hora del día sea. Siempre les puedes llamar para contarles lo que está pasando contigo.

También está esa mamá que vivía con el propósito de protegerte de la mejor manera,

que en un principio te desesperaba, pero después entendiste que lo hacía desde un lugar de amor, al que ella no pudo tener acceso.

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