En la Iglesia tenemos un gravísimo y escandaloso problema, y no es sólo que pecamos,

porque todo tenemos ese problema. Nuestro problema radica en que no podemos hablar al respecto,

no podemos ser sinceros ni auténticos. Nuestro problema es que el requisito para

pertenecer a la Iglesia es simular no tener ningún problema. Entonces, estamos cómodos con

la historia de la gente que picaba y nos gusta que la gente cuente su testimonio siempre y cuando

tengan finales felices y ahora ya no pequen, claro, no? Nos encantan los testimonios al estilo

Club 700, ¿no? Si, los pat, yo tenía un problema, era abusador, comunista y racista, pero

sabes, conocí a Dios, si ahora tengo una pequeña mascota, corto el céspelo sábado,

saco barbacoa y amo a mi suegra. Esa no es los testimonios que a veces veíamos por la

televisión, decíamos gloria, Dios como el cambio de vida. Y yo no lo duro, ¿no? Pero imagínate

ir a terapia y decirle al terapéuta, mire, yo solo quiero hablar de los problemas que tenía,

por favor no me pida que reconozca que tengo algún problema actual, porque sería vergonzoso para

mí. Entonces, mi pregunta es ¿por qué alguien iría a un consejero solo para tratar de convencer

lo que no lo necesita? ¿O lo que es peor? ¿Por qué alguien iría a la iglesia para tratar de convencer

a la gente que está allí, de que no necesita una iglesia? Lo voy a decir otra vez, ¿por qué vamos a

la iglesia? Para tratar de convencer a la gente de la iglesia, que en realidad no necesitamos

una iglesia. Y me viene en un tono más serio, alamente un matrimonio que conocí cuando era

adolescente, que luchaban en secreto con cientos de problemas, y en primera instancia parecía una

pareja ideal, perfecta, con un testimonio intachable, con hijos maravillosos, y además ambos eran

líderes. Un día de repente nos enteramos que el abandonó el hogar, ella cayó en una depresión

profunda y nunca más regresaron a la iglesia. Resulta que habían vivido odiándose en secreto

durante años, atravesando crisis enormes, pero ninguno de nosotros en la congregación lo sabía.

...