Bienvenidos a El hilo, un podcast de radioambulantes estudios, soy Elia Serbuda-Sov

y yo soy Silvia Viñas

La vacuna rusa contra la COVID-19, Sputnik B, está ganando terreno en América Latina

Pero para llegar a convertirse en una de las vacunas más demandadas en la región,

primero tuvo que enfrentar la desconfianza, las barreras de la ocupacidad del idioma y de

la ideología política.

Hoy, la vacuna rusa, su importancia geopolítica y su rupción en América Latina.

Es 12 de febrero de 2021. La mañana del 11 de agosto del año pasado, Vladimir Putin se reunió con su

ministros por videollamado. El tema oficial de esa reunión era el inicio del año escolar, pero después de pasar revista

su equipo.

Putin hace el anuncio que Rusia ha dado un utberde a una vacuna contra el coronavirus y que

es el primer país en hacerlo.

Ella es María Sauquillo. el país en Moscú, Cúburo, Rusia, Cúburo, Vila, Rusia, Ucrania y el resto de países del espacio

post-sovietico. María me contó que durante esa reunión, Putin dijo que la vacuna era

eficaz y también aseguró que había pasado por los ensayos necesarios. Aunque en ese momento

no lo sabía pasado. Pero ya vamos a llegar a ese punto. Ese día Putin también dio otro detalle

que a María le pareció importante. También contó que una de sus hijas ya se la había puesto,

pues porque había participado en los estudios y contó que se encontraba bien. Y el dato no es menor.

El dato es importante porque Putin jamás mencionó a su familia que está fuera de los pocos públicos.

Y esto es importante porque según María fue un intento de darle un baño de confianza a la población.

Algo como decir hoy, la vacuna no solo es la primera a registrarse en el mundo,

sino pues cada más es buena porque mi hija se la puesto.

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