Este es el Ploticava, la señorita Yina, que hace un año, diez meses, estaba muy grave

en mi esposo. Entonces, en el siglo XXI en Enoecología, el urgencio, pues yo platicé con mi

anche directamente, entonces él era una persona alta blanca, o pues yo llegué con

el pozo, ya grave ya me dijo el médico que de momento a otro pizzián. Ya se iba y me salía a esperar y vayó sobre la conelta.

Era como las tres de la mañana cuando de una puerta cerrada y que salen a perso.

Una persona...

Esta vena en la sala de espera usted.

Sí, hay en urgencias de oncología.

Entonces salió un hombre alto, blanco, como nos jugó en 40 años.

Sí.

Y yo estaba en las sillas y me extrañó de que ese día no había mucha gente porque siempre estaba lleno.

Entonces, pues yo estaba llorando porque ya en tu momento o otra, pero ya se iba a ir.

Entonces me dijo que se me podía ayudar y yo le dije que no camino y se regresó

y me dices, ¿te dice si la podrá ayudar? Y se sentó un lado de mí, entonces yo seguí llorando y

me dijo que es que lo habían mandado conmigo. Entonces pues yo sentí que eran un amigo, no sé, no muchas cosas en ese momento.

Y le dije, si, dice sabe que hay un relleto de luz, y le digo si, dice, récelé al santo que más este pede tenga. Llegó a no que salió, doctor, porque siempre me

desde hace veintis seis años, tuve la gracia de verlo y de ahí me me enfoque en él y más con

mi marido que estaba ella muy malo. Entonces a ver a mi me dices, ¿sabe que soy su ángel?

le digo así, dices que me mandaron con usted

y pues sí me quedé sorprendida, pero...

así te plano lo digo soy su ángel

me mandaron con usted

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