Comunidad muy buenas noches, esperamos que estén tranquilos, tranquilas del mejor humor,

porque hoy tenemos programado un viaje a lugares siniestros, macabros, lugares que de

noche se vuelven muy muy distintos. De nuevo, acuentábamos a concentrarnos en historias

que han tenido lugar en cementerios, uno de sus escenarios favoritos y uno de los más propensos

a vivir en encuentro conlo para normal. Esperamos que disfruten de las historias a continuación

y si tienes una, por favor, compártela con nosotros. Si no, cuídate mucho la próxima vez

que visite es un cementerio. Ya sabes que tú puedes ser la siguiente persona, compartiendo

su experiencia. Yo soy Uriel Reyes y lo único que te puedo decir es apagarle luz, ve por

tu café, y déjate llevar por los siguientes, relatos, de la noche.

Hola Uriel, llevo varios meses ya creiendo contarte la historia de mi papá y más cuando

vi que había un episodio solo con relatos ocurridos en el Panteón de Dolores, porque fue

justo ahí en donde sucedió todo. Hace más o menos seis años, mi papá acostumbraba

ir muy seguido a la tumba de mi abuelo. Esa tumba está a un lado de una muy famosa que

tiene un busto de metal, de un general. De esta, la gente dice que, a veces, esa figura habla,

pero eso solo lo doy como referencia, por si alguien conoce el lugar donde está ubicada

y quiere ir a comprobarlo. Mi papá fue un seis de octubre, el día en que mi abuelo

cumpleaños se muerto y fue solo. Estaba reglando la tumba con flores, limpiándola, arreglando

alrededor y después se puso a rezar. En ese momento, mi papá pudo ver que se acercaba

un grupo de personas por el camino, venían dos hombres al frente, otros dos atrás, y al

final de todos, una señora. Cuando se acercaron se dio cuenta de que uno de ellos de los

enfrente era su hermano, mi tío. Venía con un amigo que ya conocía, pero los demás

no lo reconoció. Lo saludó y continuó rezando, como siempre la silla muy concentrado. Las

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