Y ha llegado ya al momento del top 10 aquí en la corneta, estén ustedes preparados,

ahí les va, esto es lo que ustedes mismos nos enviaron y se nos enviamos de regreso.

Es como lo que devuelve la corneta, no?

O sea, regresa y les da regrujitas.

Regurgita la corneta de lo que ustedes le dieron de comer y este es el top 10 que se intitula,

los cosas que le puedes decir a tu vecino de minjitorio, hay que aun tienes un lifaz.

O estas haciendo pipí así y el hue te voltea a ver y dice, hoy voy, tengo el remedio perfecto para eso,

mira aquí te dejo mi tarjeta, te lo voy a meter aquí en la bolsa del pantalón, me hablas.

Y yo que tú no lo tocaba mucho, eh, la verdad.

No te voy a cortar los ojos después.

Qué buen control tienes con la mano izquierda, güey, soy surba ni más.

Estas relaciones momentáneas, muy pasajeras que se dan en el minjitorio, son curiosas,

porque cuando vas a un estadio o cuando vas a un teatro o cuando vas a la sinfónica,

incluso llegan estos momentos de breve y fuga de intimidad, exactamente con los cubas.

Exacto, o sea, y llega ese momento de plática, es una cosa curiosa,

es más o menos como la relación con el bartender o estás viendo tu compañero de minjitorio y platicando con él,

de lo que sea, es que es cosa.

A mi ha pasado así en lugares donde se consume mucho alcohol, está adioso así,

que voy al baño y de repente, se ha habido y quedan dándame en la mano, güey,

ahorita estoy ocupando, no me, no quieres que te dé la mano, de verdad.

Pero sabes lo que puedes hacer, no te puedo dar la mano, pero cuando te vayas y él siga

ir a dar una palmadita en espalda y empujarlo un poco hacia el minjito.

...