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¡Ey, queridos! ¿Cómo están? ¿Qué gusto saludarles? Mi nombre es Daniel Javier y como

siempre un verdadero placer tenerles en un episodio más de Inquebrantables. El día de

hoy vamos a hablar con un futbolista que nos ha cansado dar grandes titulares y grandes

momentos de alegría a los apasionados del balón pie desde México hasta en la

terra. Un joven destinado a hacer que la bandera tricolor libere a la y la que la

vita. Sin duda una fiera de casa con magnetos en los botines. Un lobo. De verdad

que ha deleitado a un país que lo veo como un estandarte del renacer de otra leyenda

de este hermoso deporte. Con nosotros una cróvata que despaldas al arco y hizo la

chilena que puso al tría bailar Sanba. Y aprovecharemos para conocer al hombre que se esconde

detrás de lo uniforme a un padre, primerizo y reciente. De los mejores noves del mundo,

el puntero de la manada, el lobo Raúl Jiménez hermano. Bienvenido que gusto tener

en Inquebrantales. Muchísimas gracias, un placer estar aquí contigo y bueno, después de esa

presentación ya no me queda nada. Mano honor honor a quien honor merece únicamente. Muchas

veces, muchas veces sentimos más pasión por por lo que aquellos piensan que es una equivocación.

Yo siento siempre mucho agradecimiento por los deportistas mexicanos porque nos han dado alegrías

y nos dan gozo y nos hacen creer y nos hacen tener esperanza. Y aunque estamos en un momento medio

bipolar, por supuesto, del mundo en el sentido literario, no en el sentido clínico, creo que los

deportistas tienen un trabajo gigantesco, no nada más profesional sino anímico en la sociedad

a nivel mundial. Entonces, siempre es un gusto escribirle algo a los invitados y más siendo un

mexicano tan tan tan exitoso, pero tan buena, tan tan buen chamaco, como se ve que eres,

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