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🗓️ 7 August 2025
⏱️ 34 minutes
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Una promesa rota que deja cicatrices invisibles. Una mirada que ya no es la misma, una verdad que nunca imaginaste. La traición es un puñal que atraviesa la confianza, y su dolor puede ser devastador. ¿Por qué duele tanto? ¿Por qué nos cuesta tanto volver a confiar después de haber sido heridos?
Sentirnos traicionados es de esas experiencias que nos desarman, que nos hacen cuestionarnos todo, incluso nuestros vínculos más profundos. ¿Cómo afecta nuestra percepción de los demás y de nosotros mismos? ¿Es posible sanar y reconstruir después de haber sido traicionados?
Antes de seguir, quiero decirte algo importante: este episodio no busca brindarte la fórmula mágica para no volver a sufrir, sino que busca que entiendas, para empezar a sanar.
Hoy, nos adentramos en el laberinto emocional de la traición y buscamos encontrar la luz en medio de la oscuridad.
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💜 Psicología al Desnudo es un podcast original de Psi Mammoliti.
📍 Grabado en Casa Spotify, Buenos Aires.
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0:00.0 | Psicología al desnudo es una producción original de psimamoliti. La plataforma de Psicología y bienestar en la que podés encontrar a tu psicólogo ideal. Si el vi a llega a terapia convencida de que tiene Vernaut, segura de que estaba quemada, completamente agotada por la demanda de su trabajo. Yo soy organizadora de ventos. Te das una idea del nivel de estrés que su implicaica esta semana llamé 8 veces a un proveedor para asegurarme de que tuviera todo listo y ojo te hablo de un evento que es dentro de un año todo el tiempo persiguiendo corrigiendo llamando a todo el mundo negociando no para nunca pero claro viste soy buena en lo que hago yo sé muy bien como tener todo bajo control no del ego, no del ego, porque sé que estas cosas requieren mucha atención al detalle de usted, la nificación y sobre todo sentido común. Y de común digo no tiene nada porque me cruzo con cada uno que mamita. Silvia hablaba muy rápido con mucha pasión pero también con un cansancio que no podía escondar. |
1:06.0 | Le pregunté cómo había decidido ser organizadora de eventos. |
1:11.0 | Me pareció buena idea conocer más sobre su historia, siendo los inicios y vamos a empezar a desenredar la madeja. |
1:19.0 | Siempre me gustó. |
1:20.0 | ¿Van realidad? Siempre me gustó tener todo bajo control. |
1:23.0 | De chiquita yo soñaba con que mi mamá me organizara un cumpleaños lindo, este decorado como a mí me gustaba. Pero olvidate, jamás mi mamá es una máquina de hacer promesa sin cumplir. Me decía que me iba a ser una torta especial y le había caer con una del supermercado pues está en un molde como si fuera casera. Me acuerdo para mi fiesta y quince años, ¿viste? Me prometió que íbamos a ver todo con un montón de anticipación para que la fiesta salga impecable. Sabés que termino pasando, ¿no? Absolutamente nada. Me dijo que al final prefería regalarme algo que me gustara mucho, que era demasiado dolor de cabeza organizada a tu gran fiesta. Yo ya me vi elucionado. Desde ahí dije basta. Claramente no puedo confiar en nadie más que en mí misma, si quiero que las cosas salgan bien. Y ahí empecé con la idea de organizar eventos, porque claramente quiero ser esa persona a quien todo el mundo pueda acudir cuando les toque una mamá como la mía. este. Silvia tenía un objetivo claro con la terapia. Quería que yo la ayudara a seguir controlando todo, pero sin que solo generara tanto agotamiento. Venía a buscar una fórmula mágica, una solución práctica y eficaz para controlarlo todo sin consecuencias, sin secuelas, y quería que yo fuera su al día, como su mentora en esta carrera contra el agotamiento. Lo que silvia no sabía, era que justamente lo que estaba causando todo ese agotamiento no era nada más ni nada menos que su necesidad de controlarlo todo, su incapacidad de volver a confiar, no era su trabajo, no eran los eventos, no eran los proveedores ni las llamadas infinitas, era la desconfianza, era ese pacto silencioso que había hecho con ella misma, hacía años y que se la repetía. Si quiero que las cosas salgan bien, tengo que hacerlo yo sola, no puedo confiar en nadie más. Silvia no necesitaba más herramientas para sostener su control. Lo que necesitaba era entender ¿por qué le resultaba tan insoportable no tenerlo? Se molestó un poco. Cuando se dio cuenta de que yo no iba a ser funcional a su necesidad de control. No le iba a dar las estrategias para sostener la carga que la estaba aplastando. Pero se quedó en análisis. Y así lo que había empezado como una consulta sobre burnout se convirtió en algo más profundo. La confianza es el puente invisible que nos une a los demás. Pero ¿qué pasa cuando ese puente se rompe? La herida de la tradición se siente como un terremoto que sacude nuestra certeza de que el mundo es un lugar seguro y de que las personas en las que confiamos nos pueden proteger. Vamos a adentrarnos en el labrinto emocional de la traición. Soy Marina Mamoliti, psicóloga, y esto es psicología el desnudo. El podcast de salud mental de Psyma Moliqi, donde navegamos juntos en las profundidades del aumento. Hoy presentamos la herida de la traición. La infancia es de las etapas más importantes de la vida, porque es el momento en el que empezamos a construir los cimientos de nuestra psiquiz, de nuestra personalidad. En ese camino vamos acompañados, mamá, papá, abuelo, ti, hermano, tutor y mientras lo transitamos, vamos atravesando muchas experiencias y no todas son lindas. Esas primeras marcas a esas primeras experiencias de dolor las conocemos como heridas de la infancia. Este es el cuarto episodio en donde las exploramos. Ya hemos hablado en episodios anteriores sobre otras heridas, la de rechaz, la de bandono y la dominación. Hoy nos vamos a sumar aquí en esta cuarta herida que es la de la traición. Empecemos por el principio, por la Palabrita Traición, que no es una palabra liviana. Si tuviera que pensar en un objeto, se me viene a la cabeza una daga, un puñal, un cuchillo, algo que te lastima por la espalda cuando menos lo esperas. La palabra traición viene del latín tradiquio que se unoifica entrega y eso es lo que está rida toca en lo más profundo. sensación de haber sido entregados o expuestos por alguien en quienes confiábamos ciegamente que pueden ser nuestros padres, nuestros madres, nuestros cuidadores. En el libro La Cincoheridas que impiden ser uno mismo, Liz Lautora dice que lo que más se relaciona con la tradición es la fidelidad, que es justo su opuesto. La fidelidad ser fiel tiene que ver con cumplir compromisos, con ser real. Imagina que la confianza es como un objeto muy valioso que alguien te entrega con la esperanza de que vos lo cuides. Ahora, si ese objeto se cae y se rompe, no vuelve a hacer el mismo. Bueno, lo mismo pasa con la confianza en una relación. Cuando se quiebra, es difícil reparar y queda con esa sensación de algo que se perdió para siempre, claro que si se puede reconstruir. Pero siempre queda al marcas, es decir, la relación no es exactamente igual que era antes de ese quiebre. La traición duela es tanto porque implica sentir que confiamos ciegamente, que dimos nuestra confianza a alguien que nos falló, nos mostramos vulnerables frente a otro, le dimos todo el poder y esa persona lo usó en nuestra contra. No, la estimó. No hay una única manera de experimentar la tradición. Pero sí hay muchos escenarios comunes que podrían haber activado esta herida. A veces puede ser una promesa que nunca se cumplió. Algo cómo te llevo el cine el sábado te lo juro. Entonces acordamos un día, una hora y esperamos, pero el día llega y lo prometido no se cumple. No hay paseo, no hay cine. La decepción de eso puede dejar una marca muy profunda. Ese es el primer escenario que puede provocarnos esterida, estas pero mesas no cumplidas. Papá me dijo que íbamos a jugar cuando volviera del trabajo y eso no pasó. Volvió tarde y se fue a dormir. Mis papás me dijeron que siempre iba a estar juntos, que la familia es lo más importante y se separaron. Cuando somos chicos creemos cada palabra que dice nuestros cuidadores. Ellos tienen la verdad absoluta. No existen la cabeza de un niño la posibilidad de que sus padres le mientan. Le creemos porque ellos nos muestran el mundo. Son ellos quienes nos trajeron hasta acá. Lo que pasa acá es que cuando hay una incongruencia entre lo que decimos y lo que hacemos, cuando algo de lo que nos prometen se queda en el aire, la sensación de traición es brutal, porque esta persona que está en importante para mí me haría una promesa y después no cumpliría. Hay una película que se llama Coco, la película de Disney, en la que vemos la herida de tradición muy clarito. Ector le promete a su hija Coco que va a volver, pero él nunca regresa. Lo que ella no sabe es que en el camino lo matan. Él no tiene la culpa de ese destino, pero la herida en coco se marca igual, porque lo tremendo de las heridas es que aunque no sean intencionales, deja huella, porque el dolor es el mismo. Otro escenario es la violación de la confianza. Es esta sensación de que la personal en la que yo más confío en el mundo me traiciona, |
10:07.2 | que actúa a mis espaldas. Por ejemplo, cuando un niño siente que su vulnerabilidad fue expuesta, sin su permiso, ahí algo en este niño se cierra y empieza a aprender que confiaren el otro es peligroso, por ejemplo. Un niño le cuenta a su papá que está enamorado de su vecinita. Esto es un secreto, es algo especial que el niño comparte con él. Ahora, después de unas horas, su papá se cruza con la mamá de la nena en la calle y sin pensarlo demasiado, le dice, así me dio enchiste a esta madre. Ya he visto que parece que tu hija le robé el corazón a mi hijo, está super enamorado. Eso que para el papá es algo súper insignificante. Quizás el niño lo siente como un acto de exposición tremenda. Y hay algo ahí de la confianza que se rompe. O otro ejemplo. Imaginemos a una nena que llega a casa superangustiada porque le fue mal en una evaluación. Entonces se acerca su mamá y le suplica por favor no le diga esa papá, no se me da vergüenza. La mamá le dice que sí, tranquila, no pasa nada, pero cinco minutos después el papá entra a su habitación con una cara media serie y le pregunta ¿por qué no estudiaste? ¿Qué pasó? ¿Qué no estudiaste? En ese instante la nena no solamente siente culpa por la mala nota, siente que su mamá la traicionó. Otra escena que puede crear una herida de traición es la infidelidad de parte de uno de los padres a sus padres. Me prometieron que se amaban ¿porpor qué mamá está llorando? ¿O por qué quieres a otro hombre que no es mi papá? Para un niño, entender las complejidades de las relaciones de pareja es casi imposible. Su mundo emocional se basa en certezas simples. Ambas partes de la pareja se aman, la familia es un equipo y todo siempre debería |
12:05.2 | mantenerse estable. Por eso, cuando uno de los padres es infiel, el impacto vamos allá del conflicto de pareja. El niño lo siente como una traición directa a él. Vira uno de sus papás lastimando al otro lo confunde. El lamenting fancil, la lealtad hacia la familia es una rey la no negociable. El amor y la unidad familiar son valores que se asumen como incuestionables. Y cualquier quiebre en esa estructura puede ser sentido por el niño como una tradición. Incluso si este infidelidad no implica que el niño haya sido dejado de lado o que se le haya fallado directamente. Para este niño el hecho de que uno de sus padres rompa ese compromiso de amor y lealtada se siente como una tradición hacia el mismo, hacia su seguridad y hacia la idea de que su familia es un lugar seguro y confiable. Claro, lo impactante de las seridas emocionales es que, vistas desde el mundo adulto, muchas de estas situaciones son lógicas. Hasta hay novencivas, un padre que cuenta un secreto infantil con humor, una madre que comparte información con su pareja, porque cree que es lo correcto, una promesa que no se cumple porque la vida se interpuso son cosas que, desde la mirada de un adulto, pueden parecer decisiones superracionales incluso necesarias, pero en la mente de un niño la historia es otra. Las heridas no se crean por la intención de los adultos, sino por cómo el niño las experimenta. Para él cada palabra, cada promesa tienen un peso absoluto. Si le confía su papá un secreto y ese papá lo divulga la elección que a él le queda no es, mi papá me qu hacer una broma sino no puedo confiar en nadie si su mamá le promete algo y no lo cumple no entiende que mamá tuvo un problema en el trabajo sino mamá me mintió y mi deseo no le importa nadie el mundo infantil suele ser blanco o negro no hay dirices y lo que para uno es un detalle, para un niño puede convertirse en una marca difícil de borrar. Lo central de esta herida es que la persona va a crecer con la idea de que no puede confiar en nadie más. Porque si lo hace, lo van a traicionar. No puede permitirse el lujo de confiar en otra persona. Porque eso significa que corre el riesgo de volver a sentir el dolor de la traición. Entonces, se aprende a no depender de nadie, porque el riesgo de confiar es demasiado alto. Y entonces, para evitar ese dolor, desarrolla una estrategia de supervivencia complicada el control. Que además no es un control cualquiera, es un estado de hiperalerta constante. Son personas que observan cada detalle, analizan cada palabra, chequean todo dos, tres veces como si estuvieran armando un rompecabesa invisible que les que les permitan anticipar cualquier traición. Desde chicos, son los que preguntan una y otra vez las mismas cosas para asegurarse de que nadie les está mintiendo. De adultos son los que antes de salir a comer, ya revisaron ochocientas veces el menú del restaurante para evitar cualquier sorpresa, porque nada puede quedar librado al azar, porque el encertidumbre es amenazza. No suelen creer nada con facilidad, y quizás suelen decirto del tiempo mentira, me estás mintiendo, decíme la verdad, y si descubren alguien más, entiéndole es todo explota, no lo perdonan. Porque la mentira para ellos es lo que simboliza todo lo que alguna vez los lastimó. Van a necesitar ejercer el control en los demás. Pueden ser súper estrictos en sus relaciones, imponiendo relas como avisarme siempre cuando llegues a cualquier lado no te puede escolgar, ¿eh? En esta casa se hacen las cosas así y punto. Y si algo sale fuera de su control, la herida de la traición que llevan adentro se activa y reaccionan de una manera impulsiva y un montón de veces iriente. Puede que se justifiquen diciendo que lo hacen para cuidar o para proteger la relación y quizás realmente sienten que es así. Pero en realidad terminan invadiendo y abastallando mucho el espacio del otro. Un montón de veces puede que usen el encanto, la seducción o el vistimismo para manipular emocionalmente a quienes tienen cerca. Porque creen que de esa forma van a poder asegurarse de que el otro les sea fiel leal y no los abandones. Son personas que van a evitar enfrentarse a sus propios miedos. Y ahí es donde aparece esta máscara del control, donde esa máscara hace su trabajo, que es la de desviar la mirada hacia afuera para no enfrentar lo que duela adentro. ¿Viste que hemos fronz o juego de tronos la serie? Hay un personaje que se llama Arya Stark, que desde mucha quítita se enfrentó a un montón de traiciones de gente cercana. Ella vivió en primera persona el asesinato de su familia a través de la traición. Claro, de adulta, ella se torna superfría, muy controladora, con una coraza emocional imposible de quebrar, aprendió que confiaron los demás y mostrarse vulnerable, no es una opción si quieres sobrevivir. Y aunque en una serie de ficción esto puede verse como una historia de fuerza y de resiliencia, en la vida real vivir atrapado en el control es un arma de doble filo, porque en el intento de protegernos del dolor muchas veces nos terminamos alejando de lo que más necesitamos, que es la conexión real con los demás. Cuando escuches el episodio de la herida de la injusticia, vas a ver que son heridas que tienen muchos puntos en común, pero tienen diferencias |
18:46.3 | claves. Porque la herida de la traición está ligada a la la comofianza rota. Su mayor miedo es la deslealtada del otro. Crecen sintiendo que fueron traicionados por alguien en quien confiaban y por pero se les cuesta mucho volver a creer en los demás. |
18:43.6 | Y entonces ahí es cuando aparece la más cara del controlador. Intenta prever cada situación para no volver a ser lastimados. En cambio, la herida de la injusticia está mucho más ligada a la falta de equidad. Su mayor miedo es ser tratado de manera desigual o sentir que algo no es justo. Son personas que crecieron en entornos rígidos con altos estándares de exigencia, donde sentían que no podían cometer ni un error. Y eso lo lleva a desarrollar la máscara el mecanismo de ese rígido, que también controladora, pero principalmente está enfocada en buscar la perfección y en no mostrar ninguna emoción. Si yo creci con un modelo de amor, en el cual la traición era moneda corriente, entonces voy a asociar esa sensación con lo normal, con lo que debería esperar de un vínculo, porque lo conocido siempre atrae. Entonces voy a elegir personas que me hagan sentir de la misma manera que como me sentí allá atrás. Me van a traicionar, aunque eso se sienta horrible. Entonces, si notas, que siempre todas las personas con las que estás de traicionan, quizás no sea solamente mala suerte, quizás eso estoy hablando de un patrón que se repite porque tu herida está abierta y hasta que no las trabajes, tu inconsciente va a seguir llevándote a lo que conoce. Hay una serie que vi hace unos años en Netflix, se llama las cosas por limpiar. |
20:45.2 | Y muestra la dinámica de una relación entre madre y hija. Esta mamá tiene un rol, ausente y bastante inestable. Ella tiene sus porques. Pero más allá de eso, muchas veces deja sola a su hija en momentos que son muy claves. En su adulte esa hija, Elegé a una pareja que repite los mismos patrones de abandones de traición que ella vivió con su mamá. De hecho, vive cayendo una y otra vez en relaciones que les generan exactamente ese mismo dolor. Este es un punto clave para entender las heridas de la infancia. Vamos a atender a buscar personas que reactiven nuestra herida las veces que sean necesarias hasta que tomemos conciencia de serida y nos hagamos responsables y las anemos. Carl Jung tiene una frase sobre esto que me apasiona. De hecho, en todas las casas en las que viví, de adulta fui escribiéndola en algún lado. Dice, hasta que no hagas conciente lo inconsciente, este dirigirá tu vida y tú lo llamarás de estilo. ¿Qué quiere decir al con esto? Que todo lo que permanezca en el inconsciente y no hagamos conciente se nos va a seguir repitiendo y nosotros le vamos a llamar destino. Vamos a echarle la culpa al destino que es malvado, que siempre nos manda a gente que nos traiciona. Y entonces vamos a andar por la vida, eligiendo a personas que no generen la misma herida de traición, porque en realidad nuestro inconsciente busca resolver eso que quedó pendiente. Y entonces vamos a sentirnos atraídos por personas que tengan rasgos traicioneros, parejas que no cumplen lo que prometen, amigos que nos defraudan, jefes en los que no se puede confiar, porque hasta que no tomemos conciencia de eso, se va a seguir sintiendo que el problema es la suerte, el destino o los demás. Y, como lo importante, tomar conciencia, vamos a hacer nuestro clásico mini-teslúdico como hicimos en todos los episodios de las |
23:06.4 | heridas antes, un pequeño recordatorio de cómo es la dinámica. La idea es que vas a bajar un dedo de tu mano por cada afirmación con la que te sientas identificado. Bien, ahora sí vamos entonces. desconfías de los demás. Ante la duda asumiz que todos son culpables hasta que se demuestra el contrario. Sentís que si querés algo bien hecho, tienes que hacerlo vos mismo, porque confiar en otros no siempre sale bien. Las promesas son sagradas. Cuando alguien no cumple con su palabra a los sentís como una traición profunda y te cuesta mucho volver a confiar. Cuando alguien te falla, le haces la cruz. No lo perdonás fácilmente. Lo recordás por un montón de tiempo. No tolerás la mentira de ninguna forma. No importa si es una mentira piadosa o grande cual quiera engaño, te genera una desconfianza automática. Admitir que algo te dolió nunca es una opción. Preferís mantener una imagen fuerte antes que correr el riesgo de que de uso en tu fragilidad en tu contra. Las relaciones muy cercanas de generar ansiedad, te cuesta depender de alguien más, porque siempre tenés el miedo que te traiciones. Y en ¿Y cómo te fue? ¿Cuántos dedos bajaste? Pasemos ahora a los pasos a seguir para empezar a trabajar con este herida. El paso número uno, para este herida y para cualquier herida es aceptar. Ya lo sabemos por episodios anteriores que aceptar la herida siempre va a ser el primer paso para zanarlo. Mientras te sigas aferrando al control a esa máscara que te protege, la herida no se va a ir. Para poder decir, tengo herida de traición, entonces es el paso más importante. El paso número dos va a tener que ver con aprender a tolidar la inseridumbre, porque la vida no va a salir como vos querés todo el tiempo y mientras más queremos tener el control más nos frustramos cuando las cosas no salen como aplaneamos. Y la verdad es que en la vida son muy pocas las veces que tenemos el control de todo, que todo sale como nos gustaría y además soltar el control no es rendirse, significa vivir más liviano, |
25:46.5 | dejar de sentir que todo depende de vos y poder confiar un poco más en el proceso. El paso número 3 tiene que ver con entender que los demás no son tus enemigos y que lo más probable es que no estén pensando en hacerte daño todo el tiempo. La mayoría de a veces no hay un plan macabro para traicionarte. |
25:45.0 | La gente que te quiere y te cuida no va a estar todo el tiempo buscando clavarte un puñal por la espalda. Te fallaron alguna vez sí, probablemente, pero no podés vivir como si todos te fueran a traicionar. Hay que aprender a confiar hasta que sí te dan razones para no hacerlo. Si vivís todo el tiempo anticipándote a la traición, vas a terminar destruyendo vínculos antes de que puedan demostrarte que son genuinos. No porque te hayan traicionado antes significa que te va a pasar con todas las personas que te cruces en la vida. El paso número 4 para sanar esterida tiene que ver con aprender a amostrarte vulnerable y lugar de intentar controlar todo el tiempo a la gente o vivir enojado. Cuando sentimos miedo de que nos le estimen, en general nos enojamos y le echamos en |
27:06.0 | cara al otro todo lo que está haciendo mal y tiene sentido, es mucho más fácil en ojarnos que admitir que algo nos dolió. Pero cuando expresas lo que de verdad sentís, permitís que el otro empatice con vos. En lugar de enojarte y gritar siempreas tarde, puedes decir, la verdad que cuando llegas tarde me siento mal, me gustaría que me avises si te atrasas. Es simple, tiene el mismo objetivo, pero cambia todo, porque me es de generar elea creas un espacio de conexión. Y ahora como recomendación para el trabajo con cualquier herida, si sentís quedar estos pasos es demasiado desafío y quieres transitar este camino acompañado por un profesional especializado, podés dar el paso de empezar terapia hoy visitando cimamoliti.com Ok, señoras y señores llegamos a la parte práctica de este podcast, llegó el momento de aplicar todo lo que charlamos hasta acá a nuestra propia vida. Es el momento de pasar a la acción. Hoy traje un ejercicio reflexivo, un ejercicio para que conectes con vos. La idea es que después de escuchar este episodio te des, un momentito. No hace falta que lo hagas ahora mismo, pero sí te recomiendo que lo hagas en algún momento de hoy, del día de hoy. ¿Qué vamos a hacer? Entonces vamos a hacer un registro de activación de la herida, un poco para tomar conciencia de cómo y de cuando se activa la herida de traición en tu vida. |
28:46.8 | Entonces, durante una semana, siete días, lo que vas a hacer es que vas a registrar cada vez que sientas que alguien te decepciona, que no cumple con su palabra o que hace algo que vos percibiz como una traición y vas a notar. ¿Qué fue la persona involucrada? |
29:07.6 | ¿Qué fue exactamente lo que dijo o lo que hizo? ¿Vas a notar cómo reaccionaste? Si te nojaste, si te cerraste, si intentaste controlar la situación. ¿Qué expectativa tenías que no se un plio. Es una situación que se repita en tu vida. Los registros son herramientas que yo pienso que están subvaloradas, porque son realmente super poderosas. Con este registro, al final de una semana vas a poder ver patrones. Quizás terminas notando que estás repitiendo una herida que no pertenece tanto a la aquí y ahora, sino que viene de antes y por eso se repite con muchas personas diferentes. Otro ejercicio que te voy a proponer es escribir una carta, una carta a quien a esa persona que te traiciono, esa persona que la estima tu confianza que dejo una herida, no es para entregarla a menos que vos quieras, si no más bien para empezar a procesar todo lo que pasó. Cuando te sientes a escribir, pensas en esa situación primaria en la que te sentiste traicionado y preguntate, ¿qué hizo la otra persona? ¿Qué esperabas de esa persona que esperabas que hiciera? ¿y qué fue lo que más te doy el lío? Si después de escuchar todo esto te diste cuenta que esta herida está presente en tu vida, tomate ese rato de escribir la carta y hacerlo bien a conciencia. La frase popular dice que el tiempo locura todo, pero el tiempo por si solo no borra lo que dolió, no restaura la confianza de alguien que la rompió. No nos devuelve la certeza de que podemos bajar la guardia sin miedo a que nos traicionan de nuevo. Lo que realmente sana no es el tiempo, sino lo que hacemos con él. Lo que realmente sana es la valentía de soltar el control, aunque eso nos aterve el trabajo interno de entender que no todas las personas nos van a traicionar, que no todas las historias van a terminar igual. Vivir con miedo a la traición es vivir a medias. Porque cuando nos cerramos al dolor, también nos cerramos a lo bueno, a la posibilidad de tener vinculosanos, a las relaciones auténticas, nos cerramos a la posibilidad de una intimidad que no tenga como básica desconfianza, sino la entrega. Y sí, animarnos a conciar de nuevo implica un riesgo. |
31:25.2 | Pero ese riesgo es el precio que tenemos que pagar para vivir una vida plena y sanar esterida empieza el chiquitito, en permíterte creer que esta vez puede ser distinto. En abrir el corazón sin tener la certeza de que todo va a salir bien. Pero sabiendo que, ¿paste lo que pase? ¿Vas a estar bien? ¿Te vas a recuperar? Si este episodio te rezonó, te hizo pensar, ¿o crees que puede hacerlo con alguien más? Compartilo. Dicen que lo que nos transforma, lo que nos sana, hay que hacerlo circular, hay que compartirlo. Te deseo de corazón que puedas soltar el peso de la traición que vuelvas a confiar. Que te permitas el calorcito de entrar en un vínculo sin miedo a que te fallen. Que te abraz al amor no desde la expectativa de que nunca te las timen. Si no más bien, desde la seguridad de que vos sos más fuerte que cualquier herida. Un episodio de podcast puede ser el primer paso para explorarnos. Pero si querés ser más profundo, te quiero invitar a ser parte del club de bienestar de Psyma Máliti. |
33:07.1 | Es un espacio seguro con experiencias en vivo, recursos exclusivos, un laboratorio emocional, |
33:14.3 | un club de lectura y mucho más. |
33:17.6 | Es nuestro espacio para crecer en comunidad. |
33:20.9 | Entérate todo sobre nuestro club en Psy simameliti.com, Barra Lu. |
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