¡Buenos días! ¡Buenos días! Gracias por estar aquí en despertando podcast. Iniciemos este día presentes y conscientes.

Una de las frases que más escuchamos cuando hablamos de amor propio, o cuando damos o recibimos consejos de otras personas, es, si tú no te amas primero, nadie más te puede amar, o cualquier variante de esa frase. Esta idea quiere darnos a entender que para recibir amor, primero es necesario que nos lo aprendamos a darnos nosotros mismos, que todo empieza con el amor propio, sí o sí. También propone que somos nosotros a través de la forma en que nos tratamos y cuidamos, quienes le enseñamos a otras personas a hacerlo y que el amor a geno no vendrá a llenar nuestros vacíos y huecos emocionales. Ahora, dentro de todas esas ideas hay cosas muy ciertas. Por ejemplo que el amor más bonito que vamos a recibir en nuestra vida es el propio. Que nosotros le marcamos la pauta a otras personas de lo que nos gusta y lo que no, a través de acuerdos y límites. Y que nuestros vacíos son nuestra responsabilidad y de nadie más. Sin embargo, vale la pena cuestionar la idea de que nadie te puede amar si tú no te amas. Si hay algo en lo que creo que la mayoría de las personas que trabajamos todos los días en nuestro amor propio, podemos llegar a estar de acuerdo. Es que no es un camino fácil de recorrer. Llegar a mar por completo la persona que somos. Dejar de juzgarnos y criticarnos. Y terminar de aceptar a la persona del espejo es un reto gigante. Además de que el camino está lleno de altas y bajas, y no siempre vamos a tener disponibles las mismas dosis de amor propio. Esto no quiere decir que mientras estás en tu proceso, número se recibirá amor de otras personas que te quieren. Es más, muchas veces, esas dosis de amor de allá afuera, son las que nos sacan adelante. Las que nos dan el empujoncito que necesitamos para dar el siguiente paso y poco a poco encontrar el camino de vuelta a nuestro centro. Piense en algún momento en el que te haya sentido mal, que hayas estado triste o hayas enfrentado algún reto en tu camino. Muchas veces cuando las cosas se ponen difíciles, llegamos a dudar de nosotros mismos. Cuando nos caemos o nos equivocamos, podemos llegar a pensar que realmente hay algo mal con nosotros. Por ejemplo, cuando terminamos una relación de pareja, o no logramos conseguir un trabajo al que aplicamos, es común que lleguen pensamientos como, nunca me sale nada bien. O, es imposible que me pasen cosas buenas. Sería muy rudo pensar que en esos momentos de duda, insertí nombre, no podemos recibir el amor de nuestra gente para encontrar con suelo en él. A veces necesitamos vernos a través de los ojos de quien nos ama para recordar quiénes somos, para reconocer nuestro valor y celebrar nuestra magia. Claro que esto no va a suplir nuestro amor propio, ni va a llenar los huecos de lo que nosotros nos tenemos que dar. Pero siempre recuerda que es válido levantar la mano y pedir ayuda. Que nuestra naturaleza es vivir en grupo y apoyarnos en la gente que nos rodea. Que seguramente detrás de ti, tienes una tribu hermosa dispuesta a cachar siempre lo que necesites. Y eso, no te hace bebil, ni te resta valor. Apoyate en tu gente y a través de esas personas maravillosas, recuerda que eres increíble. Que tengas un lindo día.