Hoy tengo fuera de toda broma una palabra para las almas cansadas, especialmente para los que están agotados por la culpa, por elistriz, por la ansiedad, por la preocupación,

yo necesito esta mañana, tarde o noche, porque esto se ve en diferentes usos horarios en el mundo, hablarles a las personas con demasiado trabajo, mucha ocupación y poco sueño,

yo sé que en los últimos días te ha tocado vivir deslealtades, traiciones deudas hasta batallas en algunas ocasiones por la custodia de tus hijos, en divorcios que son complicados, familias que a veces se transforman en cuadguilateros de boxeo,

pero fundamentalmente tenemos un problema de cansancio, un problema de falta de paz, tenemos el espíritu a veces demasiado extenuado, yo digo siempre que si invitaramos a una extraterrestre a resolver la mayoría de los problemas del mundo, sugeriría una solución simple, diría todo el mundo a dormir 11 horas seguidas, pero todo el mundo a dormir, 10, 11 horas, como sea, es que llega un momento en la vida en que hay cargas,

que simplemente ya no podemos cargar, no podemos llevar, hay ocasiones, de hecho que una última gota rebasa el vaso del cansancio, y quizás sea una tontería niña trivial, pero tras pasa nuestro límite cruza nuestra última frontera, supera nuestro umbral del cansancio,

nuestro jefe nos dice necesito que te quedes unas horas más, es un pedido trivial, si se quiere, pero en el momento menos indicado en la hora más y no oportuna tú dices de verdad,

nuestra pareja nos dice, solo te pido que me esperes un poco más, te prometo que voy a cambiar, será diferente, nosotros párguen nos dicen nunca, te exigimos nada, pero necesitamos que asistas a esta reunión familiar,

se no quieren encontrarme confulanito con menganita, pero tus padres insisten a nosotros, nuestros hijos nos reclaman necesito que vuelvas a ayudarme, mamá, papá, no tengo aquí en recurrir, y ese pedido no está mal en sí mismo, insisto, pero en el momento y no oportuno es esa gota que rebasa nuestro vaso del cansancio,

nuestro amigo nos dice que siempre estoy pidiendo cosas, pero necesito que me hagas un favor más, y aunque todos estos son pedidos nobles, el problema de fondo radica en que hemos a veces tolerado, hemos aguantado, hemos perdonado y hemos dejado pasar por alto demasiadas cosas,

y cuando hemos tolerado tanto nos desplomamos en algún momento de la semana y decimos, hasta aquí llegue, yo no puedo más, hasta aquí llegue.

Insisto, es una gota que rebasa el vaso, no tiene que ser una tragedia, un infortunio, sino que a veces es una gota, un pedido de más, un favor más que dice, no, ya está vasta,

y hoy quiero hablarle de un grupo, quiero hablarte de un grupo de valientes que también se desplomó y que ya no tuvieron fuerzas para avanzar y llegaron hasta aquí llegamos,

para que veamos que no estamos solos en esta historia, en esta crónica, como suele decir una amiga quedaron en coma mental y no pudieron ya pensar, no pudieron ver más allá, no pudieron visionar,

logramos salir adelante pero con mucho esfuerzo, pero digieron hasta aquí llegamos, la revelación de esta historia es la sombrosa actitud que tiene Dios, para con la gente que llega al límite de sus fuerzas,

porque uno pensaría mediatamente que cuando uno no puede más, Dios nos desecha, nos hace un costado, él dije a otro, sin embargo hay una sombrosa actitud con aquellos que dicen, hasta acá llegue,

y cansado de manera que no puedo a veces ni horar, no puedo ni leer la Biblia, no tengo ganas en levantar las manos, no sé ni cómo llegué hoy domingo al servicio o cómo estoy mirando esto a través del streaming,

dicho esto, tenemos que hacer un poco de historia para hablarte de este grupo de valientes que te decía que no pudo más,

recordemos, te hablé de David hace unas semanas atrás, el David que menciona la Biblia, el rey David, que cuando David era un adolescente de unos 15 años, el profeta Samuel había ido a su casa y lo había ungido como el futuro rey de Israel,

aproximadamente entre 14 y 15 años, unos meses después David fue lanzado repentinamente a la fama, cuando mató a Goliat, el paladín de rero de los filisteos, después del triunfo sobre Goliat, David dejó los rebaños de su padre,

y la Biblia narra que se convirtió miembro del servicio real del rey Saul, fue contratado como uno de los músicos para tocar justamente en el palacio.

Saul al poco tiempo hizo a David capitán de su ejército y este condujo a los escuadrones de Israel a una victoria tras otra, una victoria tras otra. David se convirtió siendo jovencito en un héroe nacional de los israelitas,

pero cuando el paranoico y neurótico rey Saul se puso celoso por la popularidad ascendente de David, empezó a buscarlo para asesinarlo, para matarlo, y David se había obligado a vagar por las laderas de las montañas de Judea con su banda mercenaria de 600 hombres que lo seguían,

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