En una madrugada de, si no me equivoco, fue el primero, un viernes, primero de enero, de 1982,

viernes, primero de enero de 1982, Kevin Tannel, de 17 años, cometió el mayor error de su vida.

17 años se estaba conduciendo en automóvil, pero había terminado una fiesta de año nuevo,

estaba muy hebrido, estaba alcoholizado, los amigos le dijeron que no maneje, no conduzca así,

y él dijo lo que cualquier muchacho esa da sólo decir, no me va a pasar nada, pero salió,

perdió el control del volante y se estrelló contra otro automóvil compacto, matando de manera

instantánea a Susan Erzoh, una muchacha de 18 años que manejaban el sentido contrario.

Entonces la fuerza del impacto le fracturó el cráneo a la muchacha, le rompió el cuello,

le rompió ambas piernas y ambos brazos, murió al instante. Después que Kevin Tannel se declaró

culpable de homicidio involuntario, fue condenado a tres años en libertad condicional y a un año

de servicio a la comunidad, pero los padres de Susan de la víctima no sentían, que era suficiente

castigo, y lo demandaron en un tribunal civil por angustia emocional y ganaron la suma de 1.5 millones

de dólares, un millón y medio de dólares, que obviamente el muchacho no tenía ni su familia tampoco.

Entonces de manera inesperada, que esto lo pueden gugliar están en internet, han salido documentales,

incluso en Netflix, de manera inesperada los padres de Susan decidieron conformarse, de en vez de

un millón y medio de dólares con 936 dólares, dijo está bien, la negociación fue en vez de un

millón y medio 936 dólares con una condición que Kevin envía un cheque de un dólar cada viernes

a nombre de Susan Ersog, la víctima, todos los viernes insisto durante los próximos 18 años,

uno por cada año que Susan había estado viva, un dólar, todos los viernes durante 18 años.

La restitución semanal continúa hasta el año 2000, que Kevin relata que en un momento dejó

de enviar los cheques, porque el dolor era intenso, el remordimiento no se iba nunca, el decía hubiese

querido pagar un millón y medio, si lo tuviera de una sola vez o olvidarme, pero tenía que hacer

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