Esto es Riberadena, bienvenido a Europa, Asia, América, África, Oceania, bienvenido

gente, todo América Latina de México a tierra del fuego.

Bienvenido el viejo continente, dale una plausa de señores en Reyes, está en casa.

Bienvenido gente, sírme como talón dioso.

Gracias por estar, gracias por ser parte de bendición, estamos teniendo un servicio

maravilloso acá, estamos en la segunda parte del servicio, porque la primera parte nos

la guardamos para vivir la experiencia, para que puedas venir.

Muchos dicen por qué no pasan la avanza, porque no pasan la adoración, porque hay cosas

que se tienen que vivir, se tienen que experimentar en carne propia, sentir la piel

de pollo. No podemos transmitirla. Y después, la palabra que no vuelve vacía cuando llegue

a este momento si la transmitimos al resto del mundo. Gracias por estar ahí, gracias por

ser fieles, gracias por enviar sus donaciones, sus siembra de cualquier parte del mundo

lo valoramos. Hay toda una iglesia de aquel lado que nos sostuvo durante toda la pandemia,

además de esta gente, este ejercito maravilloso, a las cuales nunca vamos a olvidar.

Gente que dice que se congrega con nosotros, desde cualquier parte del mundo, y eso que

no tiene la avanza, ni la adoración, y lo que vivimos, aún así nos ha tomado como

una guía, como una iglesia, un puerto seguro para momentos de esos sobras, así que los

bendecimos y estamos listos para lo que Dios nos va a hablar. Estamos listos, digamen

todos, amén, muy bien. Hace unos días yo veía un documental de colcata, colcata

india donde existe un santuario llamado el templo Cali, y hay miles de indúes en colcata

que hacen fila todos los días para orar a la diosa Cali. La adoran con la esperanza de

conseguir sanidad, de recibir poder, salud, y algunas de sus maneras de adorar me asombraron

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