Aclaremos de una vez por todas que no somos las víctimas de nuestra vida. De hecho,

creo que somos los sospechosos del crimen. Nosotros hemos matado más sueños y virtudas

que las consecuencias y dolores de nuestra propia vida. Deja de hacer a otros responsables

de tus quebres y hasta el responsable de una vez por todas. Tienes que saber quién eres,

aceptar quién eres y por fin ser quién eres. Y ya que esto lo hayas logrado. Ahora, tendrás

que mejorar quién eres hasta que tus propios límites sean rotos queridos. Pero esto va

a tomar su tiempo, aprender a hacer las cosas bien tomas su tiempo, mucho tiempo, pero vale

la pena esperar por la excelencia y mantener de la eterna constancia de una absoluta mejora

continua. Me tomo mucho tiempo, sudor y horas de entrenamiento, aprender a construir,

a dirigir, a ser firme con mis convicciones, a no claudicar ante las dificultades de la

vida, que por momentos son agotadoras y absurdamente demandantes. Esto se lo debo a mi madre,

que no solamente me sonía poner los huevos en el sartén, sino también en la vida, se

lo debo a mi esposa, que siempre me han pujado a no detenerme a ser mejor, se los debo ustedes.

A cada uno de ustedes que han esparcido este mensaje también a la gente que me confronta

y que no le gusta mi contenido. Me tomo mucho tiempo aprender a analizar con profundidad,

a estudiar deligentemente, a buscar con una mirada profunda, a la verdad, a ser fiel a

mi llamado, a ser ordenado y enfocado con mi pasión y con mi labor. Me tomo mucho tiempo

limpiar las telarañas de mi mente y mantenerme el constante limpieza diaria, limpiar mi corazón

y mi vista de imágenes desnutridas. Limpiar, limpiar las emociones y las motivaciones

detrás de mis palabras. Me tomo mucho tiempo limpiar mis manos y mis brazos para abrazar

cientos de miles. Me tomo tiempo limpiar y fortalecer mi espíritu inquebrantable. Esto

se lo debo lensacial de hambre, de leer la palabra de Dios y a su eterna gracia y mi sericordia.

...