Hola querido, un gusto saludarte y recibirte una vez más en una meditación guiada, para

comenzar, inala, exala, inalo, exalo, editar en silencio, en quietuzo, y sin

felicidad, es un gusto, en el silencio dejamos marchar los pensamientos, en la

quietuz, dejamos marchar los deseos, en la simplicidad, dejamos llegar la gratitud, inala, exala,

inala, exala, adoptamos una postura cómoda y relajante, nos damos tiempo de que nuestros latidos

tomen ritmo y cadencia, nalamos con vigor y exalamos el aire con delicadeza, ya

vamos nuestra cabeza a la izquierda, llevándola hasta nuestra máxima capacidad, giramos

nuestra cabeza a la derecha, llevándola hasta nuestra máxima capacidad, comenzamos a girar

nuestra cabeza en círculos, lentamente, estando atención al movimiento, mientras que continuamos

respirando, inala, exala, la aire entra tranquilamente, recorre todo nuestro cuerpo,

llegas hasta los pies, esa aire blanco y puro, comenzamos a soltar la atención muscular,

todo el estrés atrapado en el cuerpo, cuando lleguen los pensamientos, lugar de eliminarlos,

solo observarlos, sin enojarte y sin rechazarlos, sin juzgarlos, si están bien o están mal,

mira los como miras las noves en el cielo, como se disfruta la espiga en el campo, inalo,

inalo, exalo, los llenamos de luz, de claridad y lucidez, salamos con paz dejando

oír todos los errores al pasado y los planes frustrados al presente, dejamos libre

nuestra mente y alma en el ahora, dejamos nuestras opiniones libres de todo concepto

corto y fugas, y si los pensamientos regresan, permite que exista, que se acerque y con

la amabilidad y su hábida, permite que se alejen y desaparezca, vuelve de nuevo tu atención a tu respiración,

sin forzar y con naturalidad, quedate aquí, quedate quieto, muy quieto, no según los más,

la atención es un musco, necesita entrenamiento, estoy seguro que cada día podrás lograr lo mejor,

y nada, exala, nada urge, no hay prisa, y nada, exala, nos fondimos en nuestro cuerpo el espacio

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