Muy buenas noches comunidades, gracias por estar de nueva cuenta en este programa que

está hecho para ustedes para que pase un rato terrador y por un momento, sólo por un momento

aunque sea, se olviden de cualquier problema, de cualquier pendiente, de cualquier mala

situación que exista y afuera para ustedes y entren de lleno al mundo de relatos de la noche.

Las historias que van a escuchar hoy pueden tomarlas desde el punto de vista de séptico y si esa

de su postura nos encantaría que también nos dejaran su opinión porque sabemos que un gran porcentaje

de la gente que no se escucha es séptica y esa visión siempre será muy importante para nosotros.

Si por otro lado ya te ha pasado a ti algo suficiente para creer para estar abierto, también te

vamos a pedir cualquier hipótesis, cualquier explicación o aporte que puedas hacer recuerda que

esta comunidad se alimenta de todos nosotros de las historias, de las opiniones y a todos,

así que siempre serán bienvenidas. Pero ahora es momento de prepararse, apagar la luz,

si pueden hacerlo y dejarse llevar por un rato, mi nombre es Uriel Reyes y tú ya estás entrando en

los siguientes relatos de la noche.

Soy diseños mayor que mi hermana y lo que les voy a contar como unidad,

pasó cuando ella tenía tres años, casi cuatro, porque me acuerdo que fueron sostenidas en que le

fuimos a comprar algunas cosas para entrar al quinter, al precolar. En ese tiempo le dio por

despertar muy asustada por las noches, con gritos horrible, diciendo que había una señora que se

metía entre las cortinas de su cuarto. De verdad despertaba muy asustada, temblando de miedo y a veces

hasta se asia pipila por el susto tan horrible que pasaba. Aunque no es que no le tomáramos importancia,

siempre pensamos que se trataba de un asunto de la mudanza, apenas nos habíamos cambiado de

casa y mi hermana siempre había dormido junto a mí. Era la primera vez en su vida que

tenía una habitación para ella sola. Intentamos ignorar el tema, y no le dijimos nada a mi papá,

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