Comunidad como están, muy buenas noches, es un placer poder volver llegar hasta sus oídos,

hasta sus dispositivos, esta vez grabando desde una escura habitación de hotel en algún

lugar de México, pero ya luego les cuento por qué seguimos fuera.

Hoy lo que corresponde es llevarles a ustedes una selección de historias paranormales

de relatos inexplicables, de experiencias de encuentros con el mundo de los sobrenatural.

Esperamos que de tu lado esté todo listo que dejes de revisar las notificaciones en

tu celular que te olvides de todo por un momento y te dejes llevar por las siguientes historias.

Y recuerda, sin su gestionarse por favor, no lleves nada a tu casa, no llames nada,

no queremos que seas tu o si, el siguiente protagonista de relatos, de la noche.

Tenía 11 años cuando los mudamos de casa, yo estaba acostumbrado a nuestro departamento

en el centro donde compartía habitación con mi hermana.

El cambio a una casa a 20 minutos de la ciudad, a un vecindario que parecía salido de

una película, aunque positivo fue difícil para mí, había dejado atrás mi escuela,

mis amigos, tenía que empezar de nuevo.

Para mi hermana no fue difícil, enseguida a mis amigos, mi papá se le pasaba trabajando

y mi mamá me pasaba por una depresión severa que le hacía concentrarse en labores

de la casa desde que despertaba hasta sus últimos suspiros del día.

Sentía que yo era la única persona que estaba viviendo realmente ese cambio de casa, ya

no podía haberme con mis amigos para jugar videojuegos como siempre, como ya.

Porque aquí no, no va casa a todos jugaban afuera, se veían en los parques, jugaban

fotbol y el tren, el sonido del tren pasando por detrás de mi casa, eso era lo que

más o menos estaba el principio en que pronto empecé a acostumbrarme.

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