Saben queridos, creo que quien conoce a Jesús no le queda a otra más que enamorarse de él.

Yo nunca en mi vida encontrado en lugar más seguro que su voluntad,

lugar más fresco que su aliento, una sombra más cálida que sus brazos,

un camino más estrecho que sus pasos,

un amigo más perfecto que su mano, un libertador más creativo,

que su sangre, una cura más efectiva que su amor,

una paga más cara que sus llagas,

una forma más poderosa que su cruz,

una promesa más esperada que su regreso,

un hogar más bello que su morada,

un grito de guerra más potente que su propio rojido,

un liderazgo tan efectivo como su propio caminar,

unos ojos más tiernos que su mirada, muchos lo conocen,

muchos leaman, muchos le siguen pero pocos le creen saben?

Yo no dejo de pensar en el rosto de los soldados

que encontraron la tumba vacía

y los más de 500 testigos registrados que lo vieron andar de pie.

Imaginar ese momento, la sensación de impacto

y el alto voltaje emocional que recorrió de sus pieza a la cabeza,

el golpealamente ante lo que jamás creíste contemplar

o creíste posible la negación inmediata

de los sobrenaturales ante tus ojos,

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