Si te gustan los temas de True Crime, extraterrestre, fantasmas y todo lo bizarro y extraño que sucede nuestro mundo, tienes que escuchar leyendas legendarias.

Leyendas legendarias está disponible en donde quiera que escuches podcast.

En los Tincones Man Sus Curos, donde las sombras entrelazan con la niebla de la madrugada y las historias que sólo nos atervemos a contar en sus uros cobran vida, emerge en los relatos más inquietantes y animáticos.

Entre que llegones empedrados y casas como la tuya, donde lo cotidianos se mezcla con los sobrenatural, donde los animales que tanto amamos parecen llevar consigo secretos oscuros que desafíen la razón.

Te invitamos a sumergirte en un mundo donde un gato desvela oscuros presajes a su dueña, llevándola a un terror que nunca imaginó posible, donde un perro de aspecto macabro, guardan sus ojos un misterio tan profundo y siniestro.

Que podría consumir el alma de quien se atreva a descubrirlo. Estas son historias que no sólo selen, sino que se sienten en la piel, que transforman lo conocido en algo profundamente perturbador, así que preparatumente y sobre todo tu espíritu.

Porque una vez que entresemos siguientes relatos en la noche, nada volverá a ser igual. Comenzamos.

Hola, buenas noches, Uriel. Me gustaría compartir mi historia. Le he pensado mucho en si enviarlo, no ya que pueda ver quien diga que no está relacionada con algo para normal precisamente.

Y es que últimamente la duda de haber perdido mi mascota me genera una gran intriga, especialmente por cómo se dio.

Sin embargo, me anima a compartirla con ustedes, porque llevo cuatro años en esta comunidad y sé que su opinión será respetuosa.

La historia comienza cuando mi esposa y yo decidimos adoptar un pequeño gato cuando aún éramos novias.

Siempre he tenido la creencia de que las mascotas nos eligen a nosotros, que nosotros los humanos somos quienes tenemos solamente la suerte de encontrarlas.

Así le pasó a mi esposa, o esto creo yo. En el momento en que nos encontramos con Dorothy, Migato, ella estaba pasando por un momento emocionalmente muy complicado, aunque fue difícil para mi notarlo.

En cuanto ella se encontró con ese gato, supongo que tenía que ser él, pues hasta este momento ella nunca había tenido una mascota.

En ese tiempo yo ya tenía a mis otras dos mascotitas, Migatita y un perrito que llevaban más de nueve años conmigo, aunque ella los conocía por nuestra relación, nunca lo sintió realmente suyos.

Le compartí mi creencia de que las mascotas llegan cuando las necesitamos y sin pensarlo decidimos adoptarlo.

Dorothy era un gato muy sano, de una raza muy rara y difícil de encontrar, lo que siempre resaltó su belleza.

Mi esposa y yo pasamos de noviasco a una relación más formal y decidimos vivir juntas.

Al principio nos mudamos un cuarto pequeño, pero pronto sentimos que el espacio no era suficiente para nuestras tres mascotas, sentí que no era espacio para ellos, y cometí el error de dejarme llevar por esos pensamientos.

Bueno, en retrospectiva fue un error, ya que ahí me puse a buscar un lugar que fuera grande para toda esta nueva familia, y eso terminó siendo el peor error de mi vida.

Encontramos un departamento amplio, aunque es impatio, pero lo suficientemente grande para adaptar un espacio para las mascotas.

Nos instalamos ya aunque a mi esposa le gustaba mucho el lugar, a mí me causaba un poco de inseguridad, parecer una está en el fondo ella también, pero era el departamento ideal para el estilo de vida que llevábamos en ese momento, y en parte ella sentía que era algo que podía manejar.

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