Hacían unos días las calles llenas, todo el mundo estaba haciendo su vida normal, realmente nadie esperaba que fuera a ocurrir.

Acaban de escuchar a Cristina Quinson.

Soy periodista y trabajé durante varios años en Ucrania, en Kiev.

Ahí fue corresponsal y ahí nació. Su madre también es Ucraniana y su padre es de guinea ecuatorial.

Cristina vive en España, pero parte de su familia se quedó en Ucrania.

Este conflicto lleva escalando desde hace meses en realidad ¿no?

Sí. Pero en qué momento sientes tú que esto ya salgo sin marcha atrás,

¿no? Que tu familia es tan peligro. ¿Cómo comienza la guerra para ti y los tuyos.

En la madrugada del 24 de febrero, justamente yo me desperté ese día bastante temprano

y sobre las 5 de la mañana ya empezamos a recibir noticias de que estaban atacando

varias ciudades de Ucrania de forma simultánea.

La situación es de bastante tensión después de una noche de bombardeos. Nos levantamos de la cama a Tonitos.

Cuando se iniciaron los ataques, mi abuela estaba en su casa de Kirchho,

con mi hermana mayor y mi hermano menor de 22 años se encontraba en la otra punta del país en el oeste.

Estaba jugando un torneo de fútbol con su equipo,

que era su futbolista.

Las primeras 48 horas fueron una audicea,

mi hermano pequeño se estaba solo.

No había manera de sacar dinero, no.

No funcionaba ningún tipo de transporte,

todo dejó de funcionar y estábamos viendo cuál era la manera de sacarlo,

porque el día que entró el decreto, según el cual los hombres de 18 a 60 años no podían salir del país,

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