¡Woo!

Entre algunas de las particularidades que tenemos aquí en

en River Arena, es la enorme cantidad de hombres que aquí se

que congrega, que no es algo regular, durante muchos años, la iglesia en general en su

mayoría siempre estuvo conformado por mayoría de mujeres, razones que vaya a una saber

por qué, pasan el catolicismo, pasan dentro de la iglesia protestante, donde generalmente

suele ver en maverones, es en la iglesia judía o en la sinagoga, pero en las iglesias

cristianas siempre la mayoría fue mujeres, pero la singularidad de nuestro caso es que tenemos

una gran existencia de ambos sexos, yo me diría casi mitad y mitad, fictifisti de caballeros,

damas y caballeros, no he hecho una investigación exhaustiva acerca de las razones de este fenómeno

local, pero supongo que así lo dispuso el señor. Y el mensaje de hoy, aunque pareciera que

fuera dirigido exclusivamente a hombres, afecta profundamente a las mujeres y me atrevo a decir

a la familia en general, cuando uno le habla a las mujeres, por carácter transitivo, por inerencia,

afecta a sus hijos, sí o sí, cuando uno le habla a los hombres, afecta toda la familia, a las

mujeres, a su con su que su pareja, a su madre, a sus hijos, a sus hijas. Entonces, en primera

estancia necesitamos ser muy honestos con nosotros mismos, e independientemente del sexo estará

abiertos para recibir esta palabra. Los barones hemos crecido en una sociedad patriarcal, no quiero

decir machista, retrogada, pero sí, patriarcal, donde nos han adobtrinado desde pequeños,

especialmente a los de mis generación, que una herida es algo que se debe ocultar.

Alguno de aquí, como yo habrá escuchado alguna vez de su padre, los hombres no lloran, aguántesela,

puesto que mostra una herida, siendo barones, una inmensa fuente de vergüenza, cuando lo derrida,

se habla de todo tipo de herida física, una rodilla raspada, a un corazón quebrado, a un alma rota o

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