Cuando haya terminado la tempestad, fíjate quién sigue a tu lado, quién preguntó cómo estaba, si necesitabas algo,

revisa muy bien tu teléfono para ver quién llamó, quién escribió, quién atendió y quién no.

Así vas a saber perfectamente quiénes dijeron que estarían contigo en las malas y lo cumplieron.

Queridos, esos momentos de adversidad, pues siempre actúan como un filtro verdad,

porque revelan la verdadera naturaleza de nuestras relaciones humanas.

Los tiempos difíciles son un espejo que no miente, un espejo que muestra claramente quién valora nuestra compañía

y nuestro bienestar.

En diema mano cuando tu mundo se estaba desmoronando, queridos, no podemos olvidar que la amistad y la lealtad son piedras angulares de la vida.

Pero aquí el tema es que a menudo, pues estas cualidades se proclaman muy fácil,

pero solamente se pueden comprobar en los momentos de adversidad.

Es muy fácil declararse amigo, verdad?

Y estar presente en los momentos de alegría, de celebración.

Sin embargo, el verdadero testamento de la amistad es solamente se construye, se manifiesta cuando todos están yendo a la mierda,

cuando en la presencia y el apoyo requieren más que palabras.

En recomendación de mirar quién queda, creo que es una verdad incómoda,

pero es una verdad necesaria para poder encontrar nuestra naturaleza.

Porque forma parte de la realidad de las relaciones, la revisión de quién realmente te llama, quién te escribe,

pues en esos momentos de crisis es mucho más que un acto de andar llevando a las cuentas.

Me explicó porque es un proceso fundamental.

Que se estaban presentes en las acciones concretas.

Creo que esta crítica no viene de un lugar de rencor.

Si no de un entendimiento profundo de que el amor y la amistad se construyen sobre cimientos de acciones y no de intenciones o de palabras,

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