¿Uno, otro?

Hace algunos años, un muchacho llegó a mi oficina y dice, dante vengo a decirle que

se terminó mi tiempo aquí en la iglesia.

Yo he escuchado antes esas palabras de parte de otros, durante muchos años yo les me

ha tocado darle la bienvenida mucha gente y de expedir a otros tantos, esos partes

de un iglesia viva, de un organismo vivo, en persona que se tienen que ir, me ha tocado

pronunciar palabras de despedida porque para algunos es normal crecer, madurar, migrar,

no es que necesariamente el que se va es porque está pasando una crisis o se va a

disgustado, pero este en particular me dejó confundido porque este muchacho había estado

con nosotros por varios años y siempre me mencionaba que yo era un padre para él, de manera

que le pregunte, hay alguna razón por la que crees que tienes que irte y el me dijo,

es que siento que acá no me están alimentando, dice, no me neutro y yo necesito otro tipo

de palabra, más sólida, no me estoy nutriendo, no me están alimentando, es la frase que

uso, y yo siempre detesté esa frase, de toda la vida, la frase aquí no me alimentan, no

porque yo se inseguro, sino porque la cultura de River, la filosofía de esta congregación

está diseñada para liberar síntomas de ese tipo, o sea, hemos construido a conciencia

con una cultura que incluye una mentalidad de autoalimentación, de autonutrirse, o sea,

no subestimamos la espiritualidad de nadie y mucho menos subestimamos la obra que hace el

espíritu santo, no lo tenemos que ayudar necesariamente, la negligencia de la responsabilidad

de autoalimentarse, abre las puertas a una co-dependencia peligrosa, totalmente nosiva,

y esto deviene en el requitismo espiritual, la co-dependencia espiritual, la co-dependencia

es esperar que me alimente, ni eso produce cristianos enanos, pigmeos, atrofiados,

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