Ya estamos listos para Chodo Primo, y ya nos vamos a invertir, ¡Famil hermosa!

De chille.

¡De chille!

Híjole ayer que llegue como la doce de la noche, bien borrado en la casa Piole,

y mi mujer me dio doce, sarténazos en la pura cabeza.

Doce sarténazos?

Y sí, ¿y qué conclusión sacó con eso?

Porque hoy llegaría una de la mañana para que me duele a menos el madraso.

¡Ay, no!

¡Qué duro!

¡Qué biopiolí, un niño!

Oye, lo que vi es que será cierto que todos tienen demonios,

que a veces no pueden vivir con ellos.

Por ejemplo, me acuerdo que mi aguelita le decía siempre a mi tía.

Sí.

Cuando se nos jaba a mi tía, que porque la ponía a trapear y se nos jaba,

y le decía a mi aguelita, ¡Ay!

Ya sacate ese demonio que tienes adentro.

Grossera.

Grossera.

Pepe Guilar le preguntaron qué demonios tiene.

O sea, ¿y tú qué demonios tienes también te pregunto a ti?

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