Empieza ya. Empieza con lo que ya tienes. Hoy no necesitas saber lo todo. No necesitas

que el tiempo sea perfecto porque eso no existe. No necesitas 30 papeles más que te

certificen. No. No querido, no podemos ser como esas personas que según saben todo del

mar, pero nunca nadaron en él. Sí, es así, no sabes nada de hecho, esa gente que tiene

más pasión por el saber que por el hacer, esa pasión por lo abstracto te puede

mantener en una larga y desoladora distancia de lo concreto de los hechos.

En realidad, para esas personas, pues es mucho más importante que otros con

validen cuánto saben y no cuánto hacen. Me explico con esto querido.

Esas personas que no brillan porque viven

haciéndole sombra a los demás con el

intelecto, con el conocimiento. No, tenemos que recordar que el verdadero

conocimiento proviene de la experiencia,

de lanzarse al agua y sobre todo,

haber aprendido a nadar en medio de las tormentas.

Oigan, la vida no espera que estés completamente preparado.

De hecho, se trata de seguir

aprendiendo el camino, de adaptarte, de crecer a través de las experiencias que son reales.

No puedes quedarte atrapado en la parálisis de la análisis, porque la acción es lo que realmente

nos define. Es en el acer en donde tú y yo descubrimos nuestras fortalezas. Es ahí en donde realmente enfrentamos nuestros miedos

y trastocamos nuestros límites.

De esos que se atreven a actuar aunque no tengan todas las respuestas,

son las personas que realmente dejan una huella en el mundo.

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