Hola, buenos días.

Gracias por estar aquí despertando podcast.

Iniciemos este día presentes y conscientes.

Hoy quiero hablar contigo de un mito que nos hemos creído por mucho tiempo y que aunque

no nos hemos cuenta, nos paralicen muchas ocasiones.

E incluso, nos puede convertir en prisioneros.

El mito de la perfección.

Cuando éramos apenas niñas y niños, fuimos aprendiendo a que las cosas siempre nos

tenían que salir bien, incluso cuando lo grabamos cumplir con estas expectativas, se

nos premiaba de alguna manera.

Y es así, como conocimos lo que era la validación externa y empezamos a hacer todo por conseguirla.

En esta constante necesidad de tener la aceptación de nuestros padres, maestros y demás,

fue que empezamos a pensar que existía algo llamado perfección y que era nuestro deber alcanzarlo.

Porque de esa forma obtendríamos el exterior esa validación tan deseada.

Pero muchos de nosotros nos perdimos en un detalle en todo esto.

A pesar de que nos queramos poner la meta de hacer bien las cosas. Es normal e incluso necesario.

Cometer errores en el camino.

Por eso se dice que nuestra meta debe ser la excelencia, no la perfección.

Es muy sano ponernos metas y objetivos. Buscar constantemente formas de superarnos,

de querer aprender y evolucionar. Pero hay que entender que el proceso para llegar

a y se puede ver de muchas maneras. Pero sobre todo se verá contraiesos y desviaciones inevitable.

También es importante entender que cuando nos proponemos estas metas

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