Antes de empezar les invitamos a escuchar el especial de aniversario de este 24 de enero

porque se vino una sorpresa bastante agradable, una pequeña convivencia súper especial

en Ciudad de México con algunos de ustedes y pronto les vamos a decir cómo ser parte

de este grupo con el cual nos vamos a reunir para platicar, para convivir, para contarnos

historias.

Buenas noches comunidades, esperamos encontrarles de la mejor manera y si no es así que un rato

de escuchar historias de horror les aleje de los errores de la afuera. Las historias de

hoy son el vintenzas así que como acostumbramos, les pedimos que si hay menores escuchando lo

hagan si se atreven en compañía de un adulto. Gracias a quienes siguen compartiendo experiencias

tan personales como estas y por ahora es momento de apagar la luz y entrarte lleno en los siguientes

relatos de la noche.

Hola comunidad, quiero compartir lo que estoy viviendo, una historia que aun no tiene final.

Mi nombre no lo diré, pero puedo compartirles que tengo 20 años, que vivó con una

abuela y que si bien creó en lo paranormal nunca pensé que a mí me tocaría vivir una experiencia

tan fuerte como esta. Hasta hace poco mi vida era completamente normal, la rutina tranquille de siempre,

hasta hace un mes, subía la sotea a tender ropa, tenia los sodífonos puestos, estaba distraída hasta que

un sonido fuerte llamó mi atención. Al voltear vía mi vecina en su asotea y asumí que sea lo mismo

que yo, pero luego no te que estaba hablando y movía sus manos para llamar mi atención.

Me extrañó su actitud, me quité los sodífonos y levanté la mano para saludarlo.

Él me gritó desde ya que si estábamos bien y le respondí que sí, le pregunté por qué lo

tuvaba, si había pasado algo o algo así. Como pudo me explico que la noche anterior había visto

alguien en mi asotea, alguien que solo caminaba de un lado a otro y luego empezó a reañar la puerta

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