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compra, envíos a todas partes de Puerto Rico y Estados Unidos. Saludos, espero que lo encuentren bien, en el episodio de hoy te hablo de un rendo suceso ocurrido en la ciudad de Nueva York. Un caso de Abús Infantil, cuya víctima fue una inocente niña de padre cubano y madre puertoricana de apenas 6 años. Este fue un caso que estremeció a una ciudad y que marcó la historia de la protección infantil en Nueva York debido la negligencia e indiferencia que hubo por parte de las agencias del gobierno ante un claro caso de abuso. El Isis Gerdot, Nasebela ciudad de Nueva York, en 1989 era hija de Gustavo izquierdo, un emigrante cubano y de a Will de Alopés, quien era Puerto Ricania. Elisa vivía en un apartamento bien modesto en

It's Harlem, un barrio con altos niveles de pobreza. A Will Dal era dictal crack y su adicción era tan severa que sus familiares lograron quitarles la custodia de sus dos primeros hijos. Ella había perdido su apartamento y mientras se encontraba un refugio para personas sin hogar en Brooklyn, comenzó un romance con Gustavo izquierdo quien trabajaba allí como cocinero. Gustavo había

migrado desde Cuba con la esperanza de enseñar danza en los Estados Unidos y para su propia sorpresa resultó ser un excelente padre. Entre a Willas ahí asumida en el visio, él aprendió a cuidar de su hija. Gustavo incluso tomó clases de crianza en la YMCA y matriculo

aliza cuando estaba en este re un año, en una guardería Montesori. Cada mañana Gustavo planchaba un vestido para su hija y le hacía una trenza o unos moñitos. Cuando eliza tenía cuatro años Gustavo alquilo usaron de actividades para hacerle una fiesta, memorando su altizo. Según una amiga de Gustavo, Eliza era su vida y él siempre decía que ella era su princesa, pero todo cambió en 1991. Ese año, a Will de Solicitó, hicele concedieron derechos de visitas sin supervisión con Elisa. Ella ya había recuperado la custodia de sus dos hijos mayores, y parecía haber logrado una recuperación miragrosa de su adición a las drogas. Los trabajadores sociales firmaron una declaración murada afirmando que ya había dejado las drogas que se había casado con un hombre llamado Carlos López y que se había establecido en una dirección permanente. Según el reporte de los trabajadores sociales, ambos estaban dispuestos a someterse a pruebas de drogas aleatorias, nunca faltaban a las citas con la agencia y siempre estaban en tiempo. Seguros trabajadores sociales Carlos parecía ser una persona amable y muy comprensiva. Pero nada más lejos de la realidad, en enero de 1992 un mes después de que a Guilda, diera luz nuevamente, Carlos la puñaló 17 veces con una navaja, haciendo que estas tuvieras hospitalizadas durante tres días, el ataque ocurrió delante de su hija Elisa. Luego de este incidente, Gustavo izquierdo le solicitó al tribunal de familia que le negaran a Wilda los derechos de custodia, pero el destino les jugó una mala pasada. Gustavo Fuerías nos practicado con un cáncer avanzado. A finales de 1993, estando enfermo de cáncer, Gustavo planeaba llevarse el isa para Cuba y esperaba dejarla allí de forma permanente. Gustavo llegó incluso a comprar los boletos de avión pero enfermo demasiado y no pudo hacer el viaje. El 26 de mayo de 1993, Gustavo Isquierdo, la única persona que protegía a Elisa, falleció. Luego de la muerte de Gustavo, a Willda, solicitó a inmediato la custodia permanente de su hija. Una prima de Gustavo Isquierdo, que vivía en Nueva York, trató a dispugnar la petición, alegando que Carlos López estaba loco y que que abusaba física e incluso sexualmente de la niña. La prima de Gustavo llegó sola a una audiencia de custodia que se efectó en junio de 1994. A Wilda llegó con un abogado de la Ligal Aitsos Aiti, quien argumentó que varios trabajadores sociales visitaron el hogar de Aulda y habían descubierto que ella expresaba un fuerte deseo de vivir con su madre y con sus hermanos. En septiembre de ese año un hues lea o dorgó la custodia total de Elisa a Aúildá y lo ordenó la agencia de servicios sociales que vigilaró la familia durante un año. Casi inmediato, Aúildá sacó Elisa de lauela Montesori y la matriculó en una escuela pública

en Manhattan. Aunque a vindicios de maltrato hacia la niña desde que está volvió con su madre, a partir de ese momento el maltrato en peoró. A Uíla le ponía sobre nombres a Elisa y la despreciaba constantemente. Ella pensaba que su hija había sido echizada por su padre y que el chizo tenía que ser expulsado a golpes del cuerpo de la niña.

En la nueva escuela, elizar una niña callada, dreta... su hija había sido echizada por su padre y que el echizo tenía que ser expulsado a golpes

del cuerpo de la niña. En la nueva escuela, él hizo una niña callada, retraída, que

evitaba el contacto con otros niños y adultos que no formaran parte de su círculo familiar.

No llamaba la atención ni expresaba sus emociones habitamente, aunque muchos pensaban que eso

era solo timidez, en realidad era un mecanismo de defensa ante el entorno tango style en que ella vivía. A partir de los cuatro años comenzaron a aparecer las primeras señales físicas de abuso, realizar a llevada con frecuencia a hospitales y clínicas, no por enfermedades sino por lesiones que no tenían explicación lógica. Los médicos detectaron fracturas en sus brazos y piernas, costía las timadas, hematomas en distintas fases de cicadrización y señales de trauma recurrente. Algunas lesiones eran recientes, pero otras indicaban que la uso había sido continuo y repetido durante semanas e incluso durante meses. Los médicos que tendieron en el Issa actuaron según la ley y reportar la situación ante la Administración de Servicios Para Niños

de... incluso durante meses. Los médicos que tendieron en Elisa actuaron según la ley y reportaron la situación ante la Administración de Servicios Para Niños de Nueva York. Durante un periodo de un año se hicieron más de 10 reportes relacionados con las lesiones sufridas por Elisa. Cada reporte de escribir a lesión en graves y discrepancias entre los daños físicos y las explicaciones quedaba su madre. Sin embargo,, la respuesta de la agencia que se encargaba de proteger a los niños fue insuficiente, aunque los trabajadores sociales que fueron asignados al caso realizaron visitas periodicas, al hogar de lisa, estos se limitaron a ser entrevistas muy superficiales y a básicamente confiar en las declaraciones que la madre de la niña SIA insistiendo en que era torpe y que su lesiones era simplemente producto de caídas occidentales dentro de la casa. Por alguna razón estas aplicaciones fueron aceptadas una y otra vez por distintos trabajadores sociales a pesar de que iban en contra de la evidencia médica. Nunca si hicieron evaluaciones psicológicas, ni entrevistas privadas con la niña. Tampoco se aplicaron medidas de protección, como por ejemplo la remoción temporera de lugar, aunque estaban justificadas por las lesiones que había sufrido la niña. Luego de cada visita, se permitía que Elisa regresara al mismo ambiente peligroso en el que vivía, aumentando el riesgo de daño irreversible La escuela tampoco protegió muy bien, Elisa, Elisa faltaba la escuela con frecuencia, mostraba tan senso extremo, no interactuaba con sus compañeros y mantenía una actitud de alerta constante. Aun cuando los profesores observaron estas señales, no hubo una coordinación por parte de la escuela con la Administaciones servicios para niños o con otras agencias del gobierno para que intervenieran. Los vecinos de Eliza escuchaban gritos, gemidos, llantos y golpes que indicaban agresiones físicas. Una vecina llamó repetidamente las autoridades para repultar la situación, pero las respuestas por alguna razón eran insuficientes,

aunque en ocasiones las agencias realizaban visitas por hábicas, supuestamente cuando iban a la casa no encontraban evidencia visible, cuando hacían inspecciones y los informes que hacían se cerraban sin darle más seguimiento. La lesión eteriza siguieron acumulándose de manina visible y preocupante. Sus brazos, piernas y torso mostraban signos de golpes antiguos y golpes recientes. Cada visita los vital revelaba nuevas fracturas, contusiones externas y una desnutrición progresiva. Los médicos hacia el su trabajo y documentaban meticulosamente cada yazgo atosuntando radiografías y notas

técnicas detalladas en sus reportes. Todos estos reportes se enviaban a las

ministerios de servicios para niños, cumpliendo con la obligación de alertar sobre la sospecha

de aúfing fantil, pero a pesar de que la evidencia de aúfing era más que clara, la intervención

por parte de las ministerios de servicios para niños se y haciendo insuficientes. De nuevo los trabajadores sociales volvió a visitar a la familia, le hacían unas visitas superficiales que básicamente eran visitas rutinarias y siempre aceptaban las mismas excusas de que la niña se caía, de que las lesiones eran accidentes y no le daban seguimiento al caso. Cada trabajador social que visitaba la casa de la huilda realizaba su propia evaluación y no coordinaba con otros profesionales ni tampoco implementaba planes de protección hacia la niña. El abuso hacia eliza nos limitaba solo al año físico, la niña estaba constantemente aislada, no recibió afecto y estaba sometida a un ambiente emocionalmente hostil. Elisera casticada con violencia física y psicológica por hacer cosas normales que hacia una niña de su edad se le negaba la comida, se le encerra basó en su cuarto, se le mantenía un estado de miedo constante y también o indicio de uso sexual. Elisera comenzó a 3 signos de deterioro físico evidente, bajo significativamente de peso, su piel mostraba muertones y cicatrices y siempre se veía muy cansada, muy desanimada. La niña también, vomitada con frecuencia, se desmayaba, se orinaba encima, tenía dificultades para caminar y mostraba signos claros de una desnutrición severa. Su sistema inmunológico poco a poco se estaba debilitando, haciendo la más vulnerable a enfermedades comunes. Elisa tenía problemas psicológicos profundos como resultado del maltratocares y viaja. Su capacidad de socialización era muy limitada y cada interacción con adultos reflejaba desconfiancimido. La niña definitivamente se encontraba trapada en un ciclo de abuso y nadie la quería ayudar. El 15 de noviembre de 1995 Carlos López, la pareja de Aúilde, fue encarcelado de nuevo por violar su acuerdo de libertad condicional en la que se encontraba como consecuencia de la agresión con un arma blanca en contra de Guilda. Un evento que posiblemente escaló la situación en el caso de la Niñaliza, el 15 de noviembre de 1995, Carlos López, la pareja de Guilda, fue encarcedado de nuevo por violar su acuerdo de libertas condicional, él se encontraba bajo una probatoria como consecuencia de la agresión con el alma blanca que este hizo encontrar a Wilga. El 28 de noviembre de 1995, temprano en la mañana, a Will Dayamó a Francisco Santana, un vecino del edificio en el que esta vivía, según Francisco, a Will le estaba llorando y gritando desesperada, diciéndole que no lo podía creer, que le dijera que no era verdad. Cuando llegó al apartamento, Avilda le mostró el cuerpo sin vida de la niña Elisa. Francisco le puso la mano en la frente y notó que la niña estaba fría. Entonces le dijo Avilda que la niña estaba muerta y pasó la siguiente dos horas suplicándole Avilda, que por favor llamara a la policía. Causado de rogar le Francisco decidió el mismo llamar a la policía, tan pronto le dijo a Wilda que había llamado la policía, ella corrió hacia la sotea del edificio y tuvieron que aguantarla para que no se tirara. Cuando llegó la policía, a Wilda confesó que había matado a Beliza tirándola contra una

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