El mundo entero sepa de que hay una iglesia, un río, que no se detienen ríbera a la Luña.

Muy bien.

Quiero transmitirte lo que creo, Dios, puso en mi corazón.

Este es uno de esos mensajes que, a ver, no quiero que se malinterporte siempre, me gusta predicar todo lo que Dios me da.

Pero hay algunos que son mi suit, para mí, soy un ratón en un depósito de que eso.

Cuando me toca hablar de ciertas cosas que vivo más que otras, yo nunca trato de, o por lo menos intento,

no predicar algo que no haya vivido, que no esté viviendo, porque se nota cuando no hay experiencia propia,

cuando parece que fuera el sermón de alguien más.

Pero cuando, además de eso, yo digo esto es parte de los secretos de mi vida, de lo que me ha tocado vivir, me emociona más de la cuenta.

Mi familia paterna, por parte de los Gebel, que son alemanes, y mi familia materna, por parte de los estocles, son ingleses.

Me abuelo materno, nació en Gran Bretaña, era un inglés, un excultor, actor, trabajaba en el teatro,

y parte de mi papá no era ni actor, ni nada de eso, era mayor y anamburracho, pero era...

Lo que quiero transmitir de que era en de ascendencia europea, ¿no?

Y mis abuelos eran los miembros más ancianos de la familia, apenas conocía la abuela materna,

pero luego conocía los abuelos que vivieron mucho tiempo, mientras que yo era niño los abuelos paternos,

de mi papá, mamá, de mi papá. Y eran las personas más respetadas en cualquier reunión y las mejores sillas en una mesa,

a la mesa o en una reunión en las que ellos estuvieran involucrados eran reservadas para ellos.

Y si uno de los niños no sentamos en uno de esos asientos, mi madre o mi pal que me decía,

no puede ser tan mal educadoso para la abuela, la abuela podía llegar cuando quisiera,

la abuela podía llegar cuando quisiera y tenían un sitio de privilegio,

se les servía primero a los ancianos, no a los niños, comían las mejores partes del pollo.

Cuando nos tocaban nosotros grabamos la cola, esa es lo más feo.

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