La verdad es que en muchas ocasiones del sufrimiento no salimos siendo mejores, sino todo lo contrario,

porque salimos hecho es una mierda, realmente jodidos, ateulados, cansados, si bien cuando salimos

podemos sentir salivio, eso es el mejor de los casos y con eso poquito que te queda, pues intentas

tirar para adelante, porque es la única opción que te queda, al final, pues pocas veces se puede

compensar el verdadero sufrimiento, porque pasarla mal no no es agradable, y sea lo que sea que venga

después, porque solamente te queda volver a levantarte y ver como carajos eclipsar esa temporada,

el sufrimiento cuando es crudo y sin filtros te desgara las cortinas del alma y revela, la vulnerabilidad

pues más profunda, la condición humana, la verdad es que el sufrimiento no siempre es un maestro

benevolente, ni siempre deja lecciones claras a su paso, a veces solamente deja cicatrices, a veces

solamente deja un recordatorio tangible de nuestras batallas y con cada una de ellas la vida nos desafía,

pues a encontrar sentido entre las ruinas, en esos momentos de desolación cuando el camino hacia

adelante parece borroso y pues nuestra energía está en su punto más bajo, la resiliencia,

la resiliencia es tu gran aliada, yo sé que es fácil hablar de la resiliencia, cuando nos

ha sentido el peso abrumador de la tristeza que no inápero, pero abrazarla y continuar, pues es

una saña de la fortaleza humana y habiten todos nosotros en ti, reconstruirte después del

derrumbes un proceso lento, si y a menudo pues estúpidamente doloroso, porque no se trata de

negar el sufrimiento ni de adornarlo con frases que te puedan parecer vacías, no se trata de

reconocer, de reconocer que a pesar del dolor aún hay veyes en la existencia y que en cada paso

pequeño que damos no importa cuánto y tuviantes ese paso, pues es un paso hacia adelante, es un paso,

pues hacía algún tipo de recuperación, es que el acto de levantarte del derrumbes,

desacudirte el polvo, aunque sea mecánicamente eso, es un atormoso de desafío, bravo carajo,

es un desafío, al dolor, a la oscuridad que parece envolverlo todo, este acto no siempre es

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