Querido y te preguntarás por qué carajos sigues dejando las cosas para mañana, como erradicar

la procastinación, que procastinar en mana de la comunidad. ¿Por qué? Porque hacer cosas

genera resultados y los resultados de sacan de allí. En el fondo te engañas al creer

que te escudas bajo una coraza que te protege del incertidumbre y del curso de las acciones.

Yo no es así, querido. Tienes que sacar tu urgentemente de esa zona primitiva de

tu cerebro donde la absurda y idea de no hacer nada te protege. No es así. La inacción

es una bomba que detona todas tus incertidumbres. Hoy en día la mayoría tiene

poca tolerancia al riesgo y cedo deseo por la incertidumbre. El futuro nos abruma

con nuestra necesidad de seguridad y claro que las seguridad es una de las

necesidades básicas del ser humano, pero tiene su contrapeso, la incertidumbre, misma

a la que tememos como los niños suelen temer a la oscuridad, pero es igual de vital

en nuestra vida que el agua. Necesitamos incertidumbre. No es lo mismo poner el control

de tu vida en tus acciones, en tus abandonos, dar menos de lo que puedes dar en este momento

sacrificar un don, no atuar, es el acto más contundente del ser humano. Deja de

procrastinar querido, porque el tiempo jamás se detiene. Es muy distinto estar interesado

en hacer algo que estar comprometido con algo. Hay que dosificar los verbos querer soñar

y desear y conjugarlos con mayor frecuencia, con todas las formas de hacer, de luchar,

de emprender, es necesario que pongan los verbos en orden, enlazar el pretérito de anhelar

con el presente de actuar para obtener el futuro de que petrionfado. Es que la vida, la

vida sería terrible si no tuviésemos nada con qué luchar, nada que temer, nada porque

es forzarnos en el ahorita, nada porque no doblar nuestras rodillas y todo paso que

diéramos fuera un puerto seguro. En un principio lo disfrutaríamos pero en cuestión

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