Una vez conté en un mensaje que cuando yo estaba creciendo la enfermedad infantil más temida,

no eran las varicelas, no eran el sarampión, las paperas, el covid, era un padecimiento más útil,

más misterioso, de hecho era muy contagioso y le teníamos mucho temor, no había vacuna,

ni antídoto, ni insección, casi no recuerdo que hubiera tratamiento y nunca nadie nos explicó

lo que te pasaba si contraías esta enfermedad pero su su sola mención impartía terror en los

corazones de mis amigos y en el mío. Y sabíamos que era un destino peor que la muerte y la única

forma de salvarse era colocar a cualquier portador de esta enfermedad en una estricta cuarentena ni si

quiera acercarte a él y por su parte los portadores se reconocían con facilidad, las niñas eran las

máximas portadoras de esta enfermedad, mucho antes que conociramos el refinado término pediculosis,

nosotros les llamamos piajos, así no más, y sus respectivas hijas, liandres, que eran los

huevitos de las mamas piajas y todo lo que un portador tenía que hacer era tocarte respirar cerca

tuyo o mirarte intensamente y ya estaba asinfectado y nadie era lo suficientemente loco como para tocar

a alguien con piajos y menos jugar con ese niño o esa niña y recuerda que un día una de mis

sobrinas trajo los piajos a casa y entonces todos quedamos pelados, nos raparon a todos y nos quedamos

obviamente en cuarentena porque estar pelados no significaba necesariamente que los piajos

se habían ido, parecía que los piajos rebalaban más pero ahí estaban y por varias semanas vivimos en

vía piajos, nadie podía salir, fue la primera vez que tuve la sensación de sentirme distinto,

separado de las clases más elitistas, que no tenía el popular bichito acampando en su

cuerpo a cabelludo, por lo menos no sabíamos que si lo tenían o no, y luego volvía a conocer esa

sensación de adulto no con los piajos sino cuando comencé a volar por todo el mundo debido a

llamado debido al ministerio porque la distinción de clases eso de sentirte distinto está muy marcada en

un avión, la ceremonia trabaja mucho para imponer esta distinción, los pasajeros de primera clase en

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