Ataques de pánico, intrusos, siniestros, malditos, son como vientos que terminan por provocar

las de intensa crisis en tu mente, tarranca la atención del presente y progresivamente

te va llenando de pensamientos contaminados para luego retroalimentarte y así expandir

la gudasensación de angustia, te vas ayudando, sientes que te vas a morir sudas, queridos

si los has tenido se que huir de ellos a veces parece imposible, pero podemos aprender

a dominarlos y ese es el reto, hazle frente, querido, pero tienes que entrenar, entren

a la mente el corazón, el espíritu, para que, para saber cómo tranquilizarnos, tomar

un esfuerzo activo y consciente para estabilizarnos, no todo se puede arreglar con una pastilla

y ojo, no quiero trivializar esto, ni confundirte, pero para mí uno de los ingredientes fundamentales

para dominar un ataque de pánico, la respiración y la oración, quizás esto no acabe con las

solas, pero te va a ayudar a sorfiar algunas, y así intentar llegar a puerto seguro,

pero hay que aceptar el ataque de pánico, tienes que aceptar que el ataque de pánico

no es una resignación de rotista, tienes que hacerle frente con una postura creativa y

combativa, querido, la derrota total, ahí en ese lugar puedes hacerle frente al pánico

y tomar el miedo a tu favor, aprender a combatir la ansiedad, con oraciones, experimentar

la plenitud, quedar a la paz que solo Dios entrega, nuestro énfasis por la preocupación

del mañana muestra una páltea de fe y una visión muy corta de nuestra vida, es un

claro hueco espiritual, pero quiero recordarte algo, Dios siempre provee, a través de la fe

querido, podemos combatir los ataques de pánico y aprender a experimentar el domino de

la ansiedad, y así llegar a conquistar la verdadera libertad y la verdadera felicidad que

solo Dios nos puede otorgar, deposita tu ansiedad, tu tristeza, tu angustia en Dios y él

te juro que lo va a transformar en una arma positiva en tu vida, así que hoy le pido

...