Buenos días, soy Diego Dreifus y estoy diseñando tu vida.

Una de estas ideas con las que he roto para poder comenzar

con la apertura en mi mente y no nada más quedarme en blanco sin negros

y con temas absolutos, fue el que yo no admiro carteras,

yo no admiro empresarios que les va muy bien, admiro gente

y algo que tuve que romper fue ese blanco inegro que es si te va muy bien,

debes de ser un muy buen empresario, si te va muy mal, debes de ser malo empresario.

Y la rompí en parte porque la vida te manda buenas guamazos al ego

y cuando no me fue bien lo que tuve que preguntarme a mí mismo es que

y entonces soy un mal empresario, yo sabía que tenía cada vez más información

en la cabeza, cada vez más herramientas, experiencia,

y yo sabía que podía hacerlo nuevo y lo volvía a lograr de nuevo.

Pero sí me lo cuestioné porque además lo que toí generamos un círculo vicioso todos.

Si tú admiras nada más a quien hace dinero y a quien tiene dinero y eso es

y no nada más por su dinero, estamos acuerdo que ya hablando como de en temas empresariales,

pues hasta yo lo pensaba, ¿no? Si eres un buen empresario lo único que te define

como buen empresario es la estrellita en la frente si haces dinero o no,

que también hasta cierto punto está bien si eres si te dice ser un buen empresario

y no haces ni un peso, pues si cuestionate lo, ¿no?

Será que es que sabes mucho no lo estás poniendo en práctica,

no lo estás pudiendo bajar ese balón, ¿no?

Pero tampoco es blanco negro, un mal empresario, un buen empresario no necesariamente

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