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Te quiero. Buenos días. Gracias por estar aquí and despertando podcast. Iniciemos este día presentes y conscientes. ¿Alguna vez es sentido que alguien te hace menos o te juzga por lo que sientes? Sabemos perfectamente que las emociones son un tema complejo y que a veces no logramos entender ni siquiera lo que nosotros sentimos. Por eso sé que hablar de las emociones de otras personas es aún más complicado. Pero también es uno de los pasos más importantes para poder aprender a relacionarnos desde un lugar de amor y de respeto. Empecemos por entender que validar las emociones significa aceptar la experiencia emocional de cualquier persona sin juzgarla. Y ojo, no hay que confundir la palabra aceptar con la palabra entender, porque hay veces que no va a ser posible entender lo que la otra persona está viviendo o sintiendo. Pero eso no quiere decir que no lo podamos respetar. Te pongo un ejemplo. Hay personas que tienen transtornos de ansiedad, y las personas que no lo tienen, probablemente nunca van a poder entender por completo lo que es tener un ataque de pánico, pero no por eso pueden hacer menos la experiencia de quien no está viviendo. Este es un ejemplo en el que la diferencia es muy obvia, pero aplica de la misma manera en cualquier otro escenario. Si una persona te está diciendo que está triste y los motivos que comparte contigo no te hacen sentido, no

debes juzgar o minimizar. Puedes estar ahí para validar su emoción y apoyar a la otra persona por más que no lo entiendas. Si hacer esto te cuesta trabajo, puedes seguir estos tres pasos. conecta con tu empatía para poder eliminar cualquier juicio que se asome por ahí. Después, debes aprender a aceptar la experiencia de los demás sin querer cambiarla. No tiene que hacerte sentido a ti, solo debes saber apoyar, lo que me lleva al último paso. Aprende a expresar tu validación. Esta última parte es muy importante, porque nuestras palabras son muy poderosas y muchas veces no hace falta más que una frase para desvalidar por completo la experiencia emocional de alguien más. Te voy a dar unas frases como ejemplo. Si alguien está triste, dices cosas como, no deberías estar así, no es para tanto. O cuando alguien se siente enojado, tu reacciones decirle, te enojas de todo, contigo no se puede hablar. Estas frases lo único que le están comunicando a la otra persona es que sus emociones no tienen sentido, y que no es normal que se sientan así, cuando nada de esto es cierto. ¿Por qué no intentas mejor decirles cosas como en qué te puedo ayudar? O aquí estoy si me necesitas. Escuchar estas palabras hace toda la diferencia en un momento difícil. Porque nos dan permiso de realmente dejarnos sentir todo lo que necesitamos en ese momento. Es poder explorar lo que nuestro cuerpo y nuestro corazón necesitan para transitar esa emoción y poco a poco dejarla ir para sentirnos mejor. Recuerda también que este mismo ejercicio lo puedes aplicar hacia ti para que aprendas a validar tus propias emociones. Date permiso de sentir y de ser vulnerable. Pon esto en práctica y verás cómo se hace un mundo de diferencia, tanto en la forma que tú procesas lo que sientes, como en la forma en la que te relacionas con los demás. Normalicemos sentir y dejemos de bloquear y evadir nuestras emociones. que tengas un grandía.