Una producción de euforia y pitalla

Algunos pasajes de este podcast incluyen descripciones explícitas de violencia y contenido sexual

que podrían herir la sensibilidad de algunas personas, especialmente la de otras sobrevivientes.

Al arruro nene, al arruro ya, duerma se minen y duerma se ya.

De pequeñita tenía una muñeca que no soltaba ni de día ni de noche, siempre acurrucada en mis brazos.

Al poco tiempo nació mi hermanita Alejandra y luego mi hermano José,

quienes también se convirtieron en mis muñecos en mis bebés.

Yo soñaba con ser mamá como soñan millones de niñas.

En parte, porque así me educaron y en parte, porque yo ya nací con un instinto maternal muy desarrollado,

con este sueño en mi corazón tan grande como el de ser artista, el sueño de ser mamá.

Aunque este deseo como tantos otros en mi vida no se me cumpliría, simplemente no se me concedería

y lo peor es que me lo recuerdan a cada momento.

Raquenel, tú no fuiste mamá, ¿verdad?

Mari, ¿cómo fue que tú no tuviste hijos?

Y hoy llegó el momento de decirle al mundo, ¿por qué?

Hola, Raquenel. Hola, María.

Pues aquí estábamos en lo que más temor me daba enfrentar estas cosas que no le contó ni a mi familia.

Te aplaudó por tu valentía porque sé lo que viene en este capítulo y sé que se necesita mucho valor para contarlo.

Gracias. Mira, solo espero que este pasaje de mi vida sirva para que otras mujeres se armen igualmente de valor

y cuentan sus dilemas y sus historias en torno a ser o no ser mamá porque cuando cuentas una pena se hace más pequeña.

Siempre que se comparte ese cuente en un espacio de respeto como este que estamos creando, intentando crear contigo y con nuestra audiencia.

Y lo que nos vas a narrar hoy sucedió a los meses de casarte con el productor y compositor Sergio Andrade.

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