A veces cuando quieres ayudar o regalar algo, ayudar a alguien o pensar en que le quieres

dar algo y que les sirva, le guste y lo levanten la vida, a veces eso significa lo puesto

a lo que esa persona quiere. A veces es simple verlo en los niños, te piden te van a pedir

cosas que a lo mejor desde su infancia mueren de ganas y les hacen daño al final del día

o tú mueres de ganas, también es otra, a veces uno quiere regalarles cosas por uno

mismo, por lo que uno siente o quiere hacer cosas con ellas, por lo que uno recibe. Entonces

yo he escuchado muchas veces esta gente, que es que a mí me gusta regalar, pues chido,

pero si realmente me estuvieras viendo a mí, por ejemplo, que mi vida es nomada y no me

cabe nada, no me regalarías nada, cuando me haces pedido que no me regale a la gente

más que sus palabras, unas cartas y lo que quepan mi corazón y en mi maleta, algo

comestible o algo por escrito, pero el resto no necesito, me lo puedo comprar yo y no quiero

un regalo, pero es que a mí me hace sentir bien chido, pero tú ya no estás haciendo algo

por el otro, para enaltecerlo, para levantarlo, y estás haciendo lo que te hace sentir bien,

chido. Entonces yo veré que hago con lo que me regalas a mí me hace sentir bien tirarlo

o regalarlo a alguien más y ahí vienen todos estos satores, de cómo hemos creado una

sociedad en donde nos tenemos que regalar en cumpleaños, pendejadas, pero hay que regalarnos.

Y luego ya viene el fin de año, entonces en la navidad, pues en la oficina tiene que

haber un intercambio, de unos pinchentavos, porque no alcanza, hay que incluir a todos, porque

estamos en la época, la inclusión, piche hueva, entonces pues para que todos ten incluidos

es un precio accesible, entonces te van a dar alguna cagada o vas a dar alguna cagada o alguna

cosa repetida que ya era una cagada y entonces vas a tener que ir a cambiarlo por esos 200

pesitos que te toquen, mejor tuvieran dado los 500 pesos. Y si alguien ahorita está haciendo,

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