A la gente que utiliza el micrófono como yo y tiene acceso a las masas, digamos, hablando

y pues con ideas y lo vienen a ver a eventos y tienen un podcast. O sea, a todos los facilitadores

de conciencia, coches o pseudo coches, terapéutas o pseudo terapéutas, todo el que tenga acceso

a la palabra, en algún momento le dicen manipulador. Y eso me ha dado muchas gracias a toda la

vida, porque en realidad cuando me quieren tirar a mí de manipulador, pues en realidad

le están diciendo, pendeja la gente que me siguen, porque si yo soy manipulador, pues

soy una verga, no, soy chingón. Y por otro lado, pues te tienes que poner a pensar si

alguien te manipula que implica eso de ti, no confí acentí. Primero tienes que confiar

en ti para confiar en otros, para que haya un manipulador se requiere alguien con baja

autoestima manipulable, se requiere alguien con bajo amor propio, con poco autoestima y

confianza, que tiene que estar preguntando mirando afuera y tomando verdades de alguien

externo. Yo te comparto mis verdades, yo te comparto mis cuestionamientos, te cuento

mis acciones, te muestro mi vulnerabilidad, te hablo con fuerza, porque yo ahí vivo en

esa autoestima, en esa fuerza, en esa sensación de valor propio con todo mi vulnerabilidad,

yo estoy bien con quien soy. Y entonces cuento mis historias, cuento mis procesos, comparto

mi vida, y tú decides si lo usas como ejemplo, si tomas un poquito de eso, si le sacas

el aceite esencial y te lo llevas a tu vida, o haces exactamente lo que te estoy diciendo

si es que te sirve, pero tú decides esta idea fantástica de que los facilitadores de

conciencia como yo, somos unos manipuladores vendeumos para todos los latinoamericanos,

en realidad habla del mismo problema que tiene la televisión mexicana, la creencia

de que la gente y el pueblo es estúpido, al pueblo panicirco, entonces hay que darles

unas novelas chafas, porque es lo que pide el pueblo, entonces no se quejen, si tú eres

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