¿Será que Juan Escutea, uno de los seis niños héroes, realmente se quiso a ventar

del castillo hecha puitepeque en vueltos en esa bandera? ¿Qué es que pa' que los gringos

no se la chingaran? ¿O será que en medio de esa guerra el huestro pesó por andar de

atascado en una sotea en un castillo y lo que le quedó fue la bandera, se agarró

y fue a dar al pinche suelo, y poco a poco la historia se torció hasta que se convirtió

en ese héroe. No lo sé, pero a veces me pregunto, realmente somos lo que contamos, o poco

a poco vamos torciendo la historia sin querer, para convertirnos en ese héroe que todo

mundo quiere ver. Me invito un amigo a su podcast, Mark Antonio, y me gustó mucho, su trabajo

está muy bien hecho, y lo que voy a decir a continuación no tiene que ver con él, lo que él

hace está increíble, vayan a lo ver. Tiene que ver conmigo y la razón por la cual normalmente

no hago entrevistas o colaboro con otras personas a nivel podcast, y lo vuelvo a confirmar en esta

vez que fui con él, es porque cuando veo el trabajo que hice ahí, cuando veo la grabación,

me de cuenta de cómo el inconsciente va llenando poco a poco espacios, me de cuenta de cómo tenemos

que contar una historia que por premura, porque no tenemos tiempo para contar una historia de 20 horas,

la reducimos y vamos contando esas partes muy importantes y la vamos hilando,

omitiendo ciertas cosas no por mala onda ni por manipulación, sino porque no son tan importantes

a la hora de contar tu historia en una hora, pero cuando te conviertes en esta figura pública que

te quieren entrevistar y preguntar cosas, te dice, convierte en algo mecanizado que con los años,

sin darte cuenta, se hace una nueva historia de ti, se hace esa, pues esa historia de los niños

héroes que nos contaron en la escuela, alguien escribió esos libros y la neta es que de 1847,

no sé cuando fue a la fecha, seguro se transíversa un poquito y ese torcio de esa historia,

no por manipulación de nadie en específico, ni siquiera creo que haya sido consciente, sino

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