que nadie te diga que bueno que estás cumpliendo tus sueños, que bueno que cumpliste tus sueños,

no no no cumplí nada, trabajé como una desgraciada, hasta conseguirlo.

¿Qué tal, tal, gente?

Bonita, gracias por acompañarnos una vez más al podcast entre hermanas,

un espacio creado para ti,

¿dónde vamos a hablar temas de tu interés?

Siempre dando nuestro punto de vista tanto personal como profesional.

Yo soy Alejandro Espinosa y en esta ocasión,

tampoco me acompaña en mi hermana,

pero no es que ella no esté haciendo cosas, es que es o una o la otra,

es una cosa de locos, la verdad es que últimamente no nos hemos podido organizar

y este es el problema de grabar ella en una parte del mundo,

yo de la otra parte del mundo.

Pero bueno, en fin, ya, yo creo que a partir de la semana que viene,

finalmente vamos a poder ponerle punto final a esta separación de hermanas

y el podcast volverá a hacer lo que era antes,

vuelvemos a estar juntas y Dios quiere, si no lo permite.

Entonces, pero bueno, ya así más vueltas a eso,

esperemos que la próxima semana sí tengan el punto de vista profesional de mi hermana

y como a mí no me gusta meterme en temas que desconozco y simplemente a mi opinión.

En esta ocasión quiero hablarles de algo que sí se y que sí me tiene emocionada

hablarles y es que yo no sé si ustedes saben y si no lo saben aquí se los cuento,

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