Una producción de euforia y pitaya.

Algunos pasajes de este podcast incluyen descripciones explícitas de violencia y contenido sexual

que podrían herir la sensibilidad de algunas personas, especialmente la de otras sobrevivientes.

Saudagi, seguro que haces cuchado esta palabra tan única en las más bellas canciones en portugués.

Aprendí que Saudagi significa anoranza, tristeza, anelo, melancolía, congoja, nostalgia, pesadumbre, vacío y soledad.

Sí, todo eso y más. En español no tenemos ninguna palabra así de intensa, que resuma tantos sentimientos íntimos, profundos.

Y creo que no hay mejor palabra que Saudagi para describir el siguiente capítulo de mi historia.

Saudagi es desear algo que realmente no quieres, es extrañar lo que nunca fue tuyo.

Saudagi es sentir que todavía necesitas luchar por algo cuando ya no te quedan ni la más mínima esperanza.

Saudagi es creer que no puedes escapar porque la puerta está abierta o que no puedes vivir sin la persona que te despresia y que te quiere ver muerta.

Saudagi que te inunda el alma cuando los golpes no cesan y el hambre arrecia y ahora los golpes van a caer al ritmo de las guitarras más dulces,

a orillas de la playa más alegre y soleada del mundo. Saudagi.

Saudagi, Saudagi hasta volverse loca.

Raquenel, Raquenel, que palabra tan fascinante que te describe a la perfección lo que estabas viviendo en ese instante.

Saudagi, porque ahora tu relato nos va a llevar hasta Brasil.

Mira, por muy cruel y difícil que suene lo que viví, de verdad que siempre intenté verlo positivo y aprovechar cada viaje, cada experiencia para aprender, para poder soñar, componer también, porque sabes que compongo, para crear.

La artista en mí nada la podía tener.

Ni siquiera esta enorme saudade con la que inicia el episodio de hoy te detuvo.

Un episodio en el que vamos a contar con la opinión de un experto en temas de cultos, de cautiverio y manipulación psicológica.

Él es Israel Castillo, doctor en psicología clínica y especialista en trauma psicológico, pero primero tu relato, Raquenel.

Estamos en el 1 de enero de 1999, la noche de antes Sergio Gloria Tui, Carla, han volado de Buenos Aires a Sao Paolo, para iniciar una nueva bilambrasil donde según Sergio podrán pasar más desapercibidos.

Atrás quedaron los meses de abril del 98 a diciembre del 98 de constantes y ir y venir de México Argentina para defender a Sergio de la demanda civil que Alín, su ex esposa, le había interpuesto a la vez de la publicación de su libro donde revelaba algunos de los secretos más sucios, de Sergio y su mundo.

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