Volver a mar. Está entre los más grandes actos de fel ser humano. Amar, después de un daño, después de la abandono, después de la traición, del engaño, etcétera. Amar cuando el corazón todavía te tiembla, cuando la herida todavía no te ha cerradolo, es aprender a mirar con nuevos ojos, no poquillá no te doles,

sino porque ese dolor ya no está gobernando tu vida.

Entonces esa tribeta de decir sí en medio de un nunca más,

amar no es garantía de reciprocidad, eso es un testimonio

de que hay sanidad en tu corazón, entonces es permitirte sentir de nuevo y sentir de nuevo

sin haberte quedado atrapado en lo que fue, por eso volver a amar es una oración en

movimiento, es confiar en que el amor no te destruyó sino solamente te depuró, o sea que

no harás tanto para amar, sino que fuiste valiente y que ahora, aunque eres más consciente, más cauteloso, más cauteloso, pues a treves a volver a creer, no porque

el otro lo merezca, sino porque tú mereces vivir con el corazón sin cadenas.

Así que queridos, es mejor vivir con el corazón desbordado, a vivir con el corazón

vacío, por eso volver a amar es un milagro y tú, tú puedes decidir hoy ser ese milagro.

Cuál de amar, por favor.