¿Saben queridos? Una de las mejores cosas que me han pasado en la vida ha sido no tener

éxito rápido, aunque en aquellos momentos en mi caso parecía que todos los días de

mi vida recibía un golpe seco en la matícola, pero ese proceso se convirtió en la piedra

angular de mi crecimiento ha sido más de 35 años de no guardar la espada y hablo de

esto porque considero que estamos en una sociedad que hidolata, lo instantáneo, no ha acelerado.

Y por eso el camino alento y argo a muchos y les parece un contratiempo. Si bien los caminos

cortos, pues parecen mejores y les aseguro que los sinosos son los más de ellos. Estos senderos

son los que me han enseñado pues las lecciones más valiosas en mi vida han forjado el carácter

que hoy tengo que ha sido necesario para poder apreciar y sostener lo que hoy por hoy tengo

la fortuna de tener porque no tener un ascenso meteorico en mi vida, aprendí la paciencia,

la preservancia, cada paso que lloda es como si fueran 20, pero cada pequeño avance siempre

requería de mí un esfuerzo masivo, una dedicación, casi una negoción y eso me enseñó a valorar

cada cota de sudor, cada logro sin importar cuál pequeño fuera, la capacidad queridos de mantenerse

firme de la versidad y continuar esforzándote hacia un objetivo sin importar cuántas veces puedes

tropezar, es y siempre será fundamental para avanzar en una vida. Esto es una fortaleza que el

éxito rápido pues no te va a autoregar, no te va a autreser porque ese camino que yo he tenido

en mi vida pues me ha permitido desarrollar una sana tercidad porque en lugar de ser catapultado

a la cima en donde los errores y los fallos pueden tener consecuencias muy drásticas y enocaciones

fatales pues mi crecimiento ha sido gradual y por eso pues me permití aprender de mis errores en

un entorno en donde cada error podía hacer una lección y no un desastre, si así yo lo decidía,

esta habilidad para adaptarme pues es aprender de la retroalimentación de mis errores, eso es

crucial y crucial en todo lo que he hecho en mi vida porque es algo que el éxito no te permite

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