¡Ve nada más! ¡Es increíble!

Lo que vió Pio Lín.

El color de tu sobo.

Ya veis, Pio Lín, acabo de ver que un cuate le cayó una enfermedad en su ojo izquierdo.

Y entonces el camará, pues en vez de, pues se lamentarse el camarada,

le quedó un hueco, le removieron el ojo, porque le pegó cáncer.

Y entonces el camará, en vez de tirarse y llorar,

fíjense como utilizó el hueco del ojo.

¿Qué hizo?

Se puso un foquito de una lamparita como el foquito de los celulares.

En el ojo izquierdo, ahí se puso la lamparita como el foquito.

Una lamparita, sí.

Imagínate, o sea, cuántas personas, por ejemplo,

harían lo mismo si una parte de su cuerpo les hace falta.

¿Qué te pondrías tú?

Pio Lín, yo te lo yo, por ejemplo, irá, yo me pondré en la pistola.

¡Ah, una pistola!

De perotesis, cuando el niño me gritaba en un pocho,

de las que hecha en burbucas y sale así como burbugitas así.

Ah, sí.

Como las ferias.

La burbugita de jabón.

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